El robo en el museo del Louvre (París) el pasado 19 de octubre de 2025, cuando ladrones profesionales sustrajeron varias joyas de la Galería Apolo en menos de 7 minutos, conmocionó al mundo. Saber qué es lo que se habían llevado y cómo lo habían conseguido en tan poco tiempo y sin ser vistos fue tema de conversación durante los días posteriores al acontecimiento. Pero el caso del museo francés no fue el único: a lo largo de la historia, multitud de obras de arte han sido robadas de los lugares que las custodiaban.
Uno de los robos más conocidos ocurrió en el año 1969, cuando el cuadro sobre la Natividad pintado por Caravaggio desapareció del altar del Oratorio de San Lorenzo, una parroquia ubicada en pleno centro de Palermo (Sicilia), donde llevaba más de tres siglos colgado. Natividad con San Francisco y San Lorenzo fue pintado en torno al año 1600 y muestra a los santos Francisco de Asís y Lorenzo junto a la Sagrada Familia.
“Mi madre y mi tía fueron las primeras en llegar al lugar. Estaban llorando y gritando. Me caí de la cama y corrí al altar de la iglesia donde colgaba el cuadro, que ahora había desaparecido. Pasamos los días siguientes llorando esa pérdida. No habían robado un cuadro, habían secuestrado a un miembro de mi familia”, recordó en 2019 Antonella Lampone, hija del ama de llaves de la parroquia en el momento del robo, en un reportaje para The Guardian.
El robo, que ocurrió en la noche del 17 al 18 de octubre de 1969 (hace 56 años), conmocionó a la ciudadanía de Italia, que no dudó en dar un nombre para el culpable: detrás del robo debía estar la mafia italiana.
Quién robó realmente el cuadro
En 2019, The Guardian reveló una entrevista en vídeo que el diario grabó en exclusiva en 2001 al párroco del oratorio, Benedetto Rocco, pero que no había sido compartida hasta entonces. En el vídeo, Rocco aseguraba que la pintura de Caravaggio estaba en la casa de un poderoso jefe de la mafia, quien había cortado un trozo del lienzo para convencer a la Iglesia católica de sentarse a negociar para llegar a un acuerdo sobre su devolución.
Según el párroco, este hombre llegó a contactarlo hasta dos veces a través de carta. Hablamos de Gaetano Badalamenti, quien en ese momento era uno de los mafiosos más poderosos de Sicilia y dirigía una red de tráfico de heroína con destino a Estados Unidos valorada en 1.650 millones de dólares (unos 1.400 millones de euros).
Un año antes, el ex mafioso Gaetano Grado había confesado que la pintura había sido custodiada por Badalamenti y que, lejos de ser destruida, Cosa Nostra decidió fragmentarla en partes para venderlas en el mercado negro.
A día de hoy, el cuadro, valorado en unos 20 millones de dólares (17 millones de euros), sigue en paradero desconocido y el FBI lo mantiene en su Top 10 de delitos artísticos sin resolver. A estas alturas, los investigadores se enfrentan a un problema: cada vez será más complicado resolver el crimen porque muchos de los sospechosos y testigos del robo han fallecido. La madre de Lampone murió dos años después del robo, Badalamenti lo hizo en 2004 y Rocco en 2013.