Cuando hablamos de Magreb, muchos piensan automáticamente en Egipto, pero la realidad es diferente. El término proviene del árabe اÙ٠غرب Al-Magrib, que significa «Poniente», y originalmente se refería a Marruecos. Hoy, como región geopolítica, el Magreb abarca el norte de África, limitado por el mar Mediterráneo al norte, el océano Atlántico al oeste y el desierto del Sáhara al sur.
Los seis países que forman el Magreb
El Magreb está compuesto por Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Mauritania y el Sahara Occidental, este último parcialmente ocupado por Marruecos y todavía en proceso de descolonización. En conjunto, suman más de 86 millones de habitantes, mayoritariamente árabes, aunque existen importantes minorías bereberes, los pobladores autóctonos de la región, reconocidos incluso en Argelia por su lengua y cultura propias.
- Argelia: 34,9 millones de habitantes, con un 33% entre 14 y 29 años.
- Libia: 6,4 millones, el 31% jóvenes.
- Marruecos: 31,9 millones, 28,7% entre 14 y 29 años.
- Mauritania: 3,2 millones de habitantes.
- Sahara Occidental: 1,5 millones, repartidos entre el territorio ocupado, campamentos de refugiados y la diáspora.
- Túnez: 10,4 millones, con un 35% de población joven.
Estos países comparten religión musulmana suní, aunque también existen minorías judías y cristianas, así como influencias de África subsahariana en los territorios del sur, como en Argelia, Libia o Mauritania.
Lengua, política y tensiones
El árabe es la lengua oficial en todos los países del Magreb, y forman parte de la Liga Árabe, la organización panárabe que busca cooperación política y económica. Sin embargo, la región está marcada por divisiones, principalmente por el contencioso del Sahara Occidental, que ha bloqueado la creación de la Unión por el Magreb Árabe (UMA). La rivalidad histórica entre Marruecos y Argelia es un ejemplo de cómo tensiones políticas locales pueden frenar la integración regional, a pesar de los lazos culturales y religiosos compartidos.
Una región de historia y diversidad
Más allá de la política, el Magreb destaca por su riqueza cultural y patrimonial: sus zocos, medinas, mezquitas, fortalezas y paisajes desérticos conforman un mosaico que atrae a viajeros, investigadores y amantes de la historia. Las minorías bereberes, el legado islámico y la cercanía con el Mediterráneo y el Atlántico hacen de esta región un espacio único, donde tradición y modernidad conviven en cada ciudad y cada pueblo.
En definitiva, el Magreb no es solo un concepto geográfico: es una región con identidad propia, marcada por historia, religión y política, cuyos países están conectados por siglos de intercambios culturales, pero separados por disputas que aún hoy condicionan su futuro colectivo.