TEA exhibe las obras “felices” de Óscar Domínguez

Pavel Stepánek (2d) e Isidoro Hernández (d), junto al director de Cultura del Cabildo, José Luis Rivero (i) y la responsable de JTI Canarias, Alejandra Corbera

EFE

Santa Cruz de Tenerife —

Más de 40 obras realizadas por el pintor tinerfeño Óscar Domínguez en sus tres años de estancia en Checoslovaquia se exhiben -la mayoría por primera vez en Canarias- en una muestra en Tenerife Espacio de las Artes (TEA). Las obras, según ha explicado el comisario de la exposición, Pavel Stepánek, pertenecen a una una “etapa feliz” en la vida del creador surrealista, de la que surgieron estas piezas selectas.

La exhibición, que se inaugura este miércoles (26 de octubre) y se podrá ver hasta el 30 de abril de 2017, está comisariada además por el conservador de la colección Óscar Domínguez en TEA, Isidro Hernández, quien ha reunido 42 piezas de las más de 120 que creó el pintor surrealista entre 1946 y 1949.

Pavel Stepánek, historiador del arte, ha contado este martes en la presentación de la muestra que ha conseguido traer a la isla todas las obras que deseaba excepto dos, una por estar en exhibición permanente en la Galería Nacional en Praga y la otra, depositada en Bratislava, por tener unas dimensiones considerables y no caber en un avión.

La obra realizada por Domínguez (1906-1957) en esta etapa supone un cuarto de su producción, pero parte se ha dispersado entre instituciones y coleccionistas privados en otras partes de España, Londres y Suecia. El comisario ha indicado que la exposición de Tenerife no muestra “grandes cantidades” de obras, pero sí cuenta con “piezas selectas”.

“Lo mejor de calidad está aquí”, ha señalado Stepánek, quien ha calificado a Domínguez como “una de las pasiones” de su vida como historiador del arte. Además Stepánek ha recordado la influencia del surrealista tinerfeño en Praga, donde formó parte de la colectiva El arte de la España republicana que se exhibió con gran éxito en la Sala de Arte Mánes de la capital de Checoslovaquia (hoy República Checa) en febrero de 1946.

Entonces Domínguez suscitó una gran atención no solo por la cantidad de cuadros que expuso -doce- sino por la fuerza de su personalidad, su originalidad y la influencia que ejerció con sus decalcomanías sobre los surrealistas checos, como el poeta Vitezslav Nezval.

Domínguez regresó a Checoslovaquia varias veces más y en cada visita organizaba exposiciones en Praga y en las ciudades de Bratislava y Olomouc, donde fue fotografiado mientras trabajaba en una imagen ya icónica del pintor, que también aparece retratado por el escenógrafo Oldrich Simacek en un ambiente amistoso y alegre.

Obras expuestas en TEA

Fueron “momentos felices” en los que el creador canario vivió un encuentro muy cercano con artistas del lugar y que produjeron una cantidad significativa de obras (un conjunto muy relevante en su producción), pero que es algo desconocido para el público, tal y como ha explicado Isidro Hernández.

Entre las obras que se podrán ver desde mañana en el TEA figuran las piezas La pistola, en la que, según Stepánek, algunos ven la premonición del suicidio de Domínguez, y el “juego surrealista” que plasmó en El comefrutas, un bodegón de plato con frutas que, si se invierte, muestra una cabeza que come frutas.

Además hay varias tauromaquias, una Mujer toro, un Minotauro y un Toro soñando, el Caballo de Troya y figuras de mujer con velas, pájaros blancos, retratos femeninos y un autorretrato en forma de rinoceronte, entre otras piezas.

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