El impensable lugar Patrimonio de la Humanidad cerca de Viena en el que se va a interpretar una ópera de Wagner

La creatividad lleva en muchos casos a que representaciones teatrales, conciertos o, en este caso, una ópera, tengan lugares para actuar que van más allá de los habituales teatros o salas específicas creadas para la ocasión, y el clima favorable en verano invita a pensar escenarios peculiares y frescos para llevar a la cultura al aire libre.

Esto es lo que han pensado en Sankt Margarethen im Burgenland, una localidad al sur de Viena, en la frontera con Hungría, y donde desde el 9 de julio van a tener una representación nada habitual de una de las óperas más conocidas de Richard Wagner, El holandés errante.

Se trata de la catera de la ciudad, un lugar en el que en verano son habituales los eventos culturales y que ofrece un espacio único donde se fusionan naturaleza y arte, a pocos kilómetros del lago Neusiedl, que sirve de frontera natural con Hungría.

La cantera de Sankt Margarethen im Burgenland: un lugar histórico como escenario cultural

La cantera de Sankt Margarethen im Burgenland es un sitio histórico, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que funciona desde la época romana y que sirvió de fuente de los materiales con los que se han construido gran parte de los edificios emblemáticos de Viena, como es el caso de la Catedral de San Esteban.

“Es un lugar único”, afirma el director artístico Daniel Serafin de la representación de la ópera de El holandés errante de Wagner, cuyos decorados están hechos para resistir viento y lluvia, a la vez que aprovecha la iluminación natural del sol y de la noche, siendo una obra conectada con la naturaleza.

De hecho, la propia cantera se ha ubicado como parte de los decorados, en una puesta en escena que ha requerido dos años, para un escenario que tiene seis kilómetros de aparejos y tablas, 6.500 metros cuadrados de paneles de madera, 600 metros cúbicos de poliestireno, 42 toneladas de acero y aproximadamente medio millón de tornillos.

Así, la superficie de representación es de 950 metros cuadrados, algunos objetos alcanzando los 22 metros de altura integrados en las rocas de la cantera de Sankt Margarethen im Burgenland, y sobre el que llegan a coincidir hasta 65 artistas a la vez.

De hecho, los trabajadores y artistas de la ópera El holandés errante deben estar preparados para el calor o la noche al estar al aire libre y aprovechar los diferentes elementos de la naturaleza, en una representación que durará hasta el 23 de agosto en esta localidad austríaca cerca de Viena.