El núcleo costero de Zahora, situado en el municipio de Barbate, en la provincia de Cádiz, es uno de los pocos lugares del litoral andaluz donde se puede observar el fenómeno óptico conocido como “rayo verde”. Esta aparición atmosférica, que sucede en condiciones muy concretas al ocultarse el sol, consiste en un breve destello de color verdoso visible justo en el último instante antes de que el astro desaparezca por el horizonte.
Este tramo del litoral atlántico presenta una orientación abierta al oeste, lo que proporciona una visión clara y sin interrupciones hacia la línea del mar. En la zona más próxima al Tómbolo de Trafalgar, permite una observación directa del horizonte durante el atardecer. Además, la calidad del aire en esta área, caracterizada por una escasa contaminación lumínica y atmosférica, contribuye a que el fenómeno pueda percibirse con mayor claridad en días de cielo despejado y estabilidad atmosférica.
La posibilidad de presenciar el rayo verde ha incrementado el interés turístico por este enclave costero en los últimos años, especialmente entre quienes buscan experiencias relacionadas con la observación de fenómenos naturales. Sin embargo, Zahora mantiene un carácter discreto y alejado de los grandes circuitos turísticos, y conserva muchas de las características que lo convierten en un punto singular dentro del litoral gaditano.
Una playa sin urbanizar junto al Tómbolo de Trafalgar
La playa de Zahora se localiza entre Los Caños de Meca (Barbate) y El Palmar (Vejer de la Frontera), en la franja costera del suroeste de Cádiz. Zahora pertenece administrativamente al municipio de Barbate. Se trata de un núcleo residencial disperso, con construcciones de baja altura y uso principalmente vacacional. En su vertiente más próxima al mar, el suelo presenta una baja densidad edificatoria, lo que ha contribuido a preservar su paisaje natural.
El litoral de Zahora se extiende a lo largo de varios kilómetros y está compuesto por una playa de arena fina y dorada, poco alterada por la acción humana. La vegetación dunar actúa como defensa natural frente a la erosión y da paso a un frente de playa extenso que se mantiene relativamente tranquilo incluso en los meses de mayor afluencia. El acceso se realiza principalmente a través de caminos de tierra que atraviesan zonas de vegetación costera, lo que limita el tránsito masivo y favorece una relación directa con el entorno natural.
En la zona más occidental, donde la playa linda con el Tómbolo de Trafalgar, se encuentra uno de los tramos más vírgenes del litoral. Este accidente geográfico, que conecta la costa con el islote donde se sitúa el faro de Trafalgar, constituye un elemento relevante tanto desde el punto de vista paisajístico como histórico. Durante la bajamar, es posible acceder a pie hasta el faro siguiendo un recorrido por la arena mojada. Desde ese punto, la visibilidad del horizonte es total, lo que convierte la zona en un lugar favorable para la observación del rayo verde.
Factores que favorecen la aparición del rayo verde
El llamado “rayo verde” es un fenómeno óptico que se produce justo antes de que el sol desaparezca por completo en el horizonte. En ese preciso instante, y bajo condiciones atmosféricas específicas, es posible ver un destello de color verdoso sobre el borde superior del disco solar. La causa de esta manifestación está relacionada con la dispersión y refracción de la luz solar al atravesar capas de aire con distinta densidad. Su duración es muy breve, de apenas uno o dos segundos, y requiere que el horizonte esté completamente despejado.
Zahora reúne varios factores que hacen posible, aunque no garantizan, la observación de este fenómeno. La orientación del litoral hacia el oeste permite una visión directa del sol al atardecer. Otro elemento clave es la limpieza del aire, favorecida por los vientos de poniente, que arrastran la humedad y las partículas en suspensión hacia el interior, dejando una atmósfera clara especialmente en los días de alta presión.
En las estaciones de primavera y otoño, las condiciones meteorológicas suelen ser más estables y el contraste entre capas de aire puede ser mayor, lo que facilita la formación del rayo verde. Es habitual que algunas personas acudan de forma regular al extremo más occidental de Zahora, en las proximidades del Tómbolo de Trafalgar, con el propósito de intentar observarlo al final del día.
La observación del rayo verde en Zahora no cuenta con señalizaciones ni plataformas específicas. Tampoco existe promoción turística centrada en este fenómeno por parte de las administraciones locales. Esto hace que quienes acuden a presenciarlo lo hagan de manera espontánea, en un entorno sin masificaciones ni instalaciones artificiales. El fenómeno continúa siendo un atractivo discreto, que suma valor a una playa ya apreciada por su tranquilidad, su paisaje sin alteraciones y su conexión directa con los elementos naturales.