La Junta contabiliza 113 ejemplares de águila pescadora en 18 humedales andaluces

Según ha destacado este sábado la Junta en una nota, esta cifra confirma la tendencia positiva de la población de esta especie catalogada como 'Vulnerable', que respecto al periodo 2014-2016 ha registrado un incremento anual del 2,6 por ciento.

Los trabajos de seguimiento, realizados de forma coordinada con la Estación Biológica de Doñana y distintas asociaciones locales, han confirmado también que la mayor parte de la población invernante de esta rapaz se concentra especialmente en el litoral de Cádiz, Huelva y Doñana, aunque también se han observado seis aves en Sevilla, uno en el embalse de Guadalén (Jaén) y otro en la Desembocadura del Guadalhorce (Málaga).

Así, el Parque Natural Bahía de Cádiz es el que cuenta con más ejemplares, en concreto 29 (25,7% del total), seguido del Espacio Natural de Doñana (26 individuos, 23%) y el Paraje Natural Marismas del Odiel en Huelva (14, 12,4%), todos ellos espacios costeros o de influencia marina.

Otras zonas utilizadas durante la invernada han sido las marismas del Tinto (7 ejemplares), en la provincia de Huelva; y en los embalses del Barbate (7) y Guadalcacín (5), ambos en la provincia de Cádiz.

El incremento de la población del águila pescadora en los humedales andaluces viene a confirmar el buen estado de estos espacios, así como una gestión adecuada de los mismos, según indica la Consejería de Medio Ambiente.

En este sentido, las actuaciones realizadas por la Junta en Marismas del Odiel, Doñana o Bahía de Cádiz, y por la Fundación Migres en los embalses gaditanos, donde se han instalado posaderos artificiales para su alimentación y descanso han propiciado el incremento del número de individuos invernantes de esta especie 'Vulnerable'.

Desde el año 2003 hasta 2012, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desarrolló un proyecto de reintroducción del águila pescadora en Andalucía, que contó con el asesoramiento del CSIC. Durante estos años se procedió a la liberación de pollos mediante la técnica de cría campestre o hacking en localidades de Cáidz y Huelva, lo cual ha permitido que se establezca una pequeña población reproductora en la región.

En la actualidad, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y la Fundación Migres mantienen los trabajos de seguimiento, vigilancia y actuaciones tales como la colocación de plataformas, posaderos, así como las medidas preventivas para evitar daños a los ejemplares en líneas eléctricas y piscifactorías. Como consecuencia, en 2015 se han constatado los mejores resultados del programa desde su inicio con 16 parejas reproductoras en Andalucía.