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Sobre este blog

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

Rompamos un estereotipo

Instalaciones del CNA

Rafael García Tenorio

Centro Nacional de Aceleradores (CNA) —

Mi labor investigadora comenzó hace 33 años. Y desde entonces hasta la actualidad, dedicada al desarrollo de técnicas físicas para la determinación y cuantificación de elementos radiactivos, bien naturales o bien artificiales, presentes en cantidades traza en los diversos compartimentos de la naturaleza, y al desarrollo de estudios medioambientales basados en las comentadas determinaciones.

Las peculiaridades de mi investigación, siempre y sin cambio a lo largo del tiempo, han llevado a la gente de mi entorno no relacionada con mi trabajo a encasillarme con mensajes como “estudia la contaminación radiactiva producida por las centrales nucleares…”, “estudia la dispersión de sustancias radiactivas en el planeta por las pruebas nucleares…”. Sólo un pequeño grupo comenta o se interesa por si mi investigación está ligada al uso de radioisótopos en Medicina y tiene conocimiento de su uso en el ámbito médico. Y un grupo aún más limitado conoce sus aplicaciones industriales.

Pero prácticamente nadie tiene una nítida idea sobre el principal objetivo de mis investigaciones: el utilizar los isótopos radiactivos existentes en la naturaleza como excelentes marcadores o trazadores de procesos ambientales. Con estas breves líneas quiero transmitir la utilidad de los isótopos radiactivos para cubrir este objetivo y a la vez destruir la estereotipada idea de investigador centrado en el campo de la radiactividad ambiental igual a investigador controlando la contaminación radiactiva.

Sólo como un breve esbozo, indico algunas líneas de investigación bien establecidas a nivel internacional en el campo de la radiactividad ambiental, tratando de poner de manifiesto la utilidad de medidas de cantidades traza de isótopos radiactivos para el estudio de procesos ambientales.

a) Quizás la aplicación más conocida sea la de la datación. Todo el mundo ha oído hablar de la datación por 14C y sus aportaciones a disciplinas tan diversas como la geología, la limnología, la paleontología y otras. Pero existen también métodos de datación basados en la medida de otros isótopos radiactivos como 10Be y 210Pb que presentan la particularidad de cubrir con sus dataciones intervalos temporales distintos y complementarios. Especial auge, por ejemplo, ha tenido en los últimos 20-30 años la datación de columnas sedimentarias lacustres por 210 Este método permite establecer una cronología bastante precisa cubriendo el intervalo temporal de los últimos 150-200 años, lo que conlleva poder analizar posteriormente la evolución temporal de posibles impactos antropogénicos experimentados por el ecosistema lacustre bajo estudio debido a la incremento de las actividades humanas e industriales durante el último siglo.

b) Un problema bien conocido y que afecta de forma progresiva al planeta es el aumento de la desertificación y el consiguiente incremento en las tasas de erosión de suelos. Pues bien, existen métodos bien establecidos que permiten analizar, y lo que es incluso más importante, cuantificar, tasas de erosión de suelos basados en determinaciones de cantidades traza de isótopos radiactivos como 210Pb, 7Be y 137Cs en los suelos bajo estudio. Estos isótopos radiactivos tienen diverso origen, todos están presentes en cantidades traza en los suelos por su previa deposición desde la atmósfera, y su uso permite la cuantificación de las tasas de erosión con una resolución temporal que va de semanas (7Be) a años (210Pb).

c) Existen isótopos radiactivos en la naturaleza que presentan un comportamiento que se denomina “conservativo” en masas acuosas. Es decir, tienden a estar en disolución, con una muy pequeña afinidad a adherirse a la materia particulada o biota existente en dicha agua. Ello implica, por ejemplo, que elementos radiactivos conservativos emitidos al océano en una localización definida, permitan poder seguir y trazar el movimiento de masas acuosas y la identificación y cuantificación de la importancia y magnitud de corrientes marinas. Isótopos radiactivos como 236U y 129I están siendo por ejemplo muy utilizados en el estudio de corrientes marinas de Atlántico Norte y del Ártico, basados en su inyección en el océano por los vertidos autorizados de las plantas de reprocesamiento nuclear de Sellafield (Gran Bretaña) y La Hague (Francia).

Otra problemática ambiental muy candente, es el incremento que se está produciendo en el planeta de producción de CO2. Y es bien conocido el papel “secuestrador” de CO2 de los océanos, lo que es vital en su balance. Pues bien, determinaciones de cantidades trazas de elementos radiactivos (210Po/210Pb, isótopos de Th) a lo largo de columnas sedimentarias y su uso como “proxies” permiten la evaluación de la evolución temporal de las cantidades de CO2 incorporadas a la masa acuosa.

Otras muy diversas aplicaciones ambientales se encuentran bien establecidas y avaladas por la comunidad científica, basadas en la determinación de cantidades traza de isótopos radiactivos en diversos compartimentos ambientales. Si alguien estuviera interesado, estaría encantado en facilitarle información adicional. Simplemente eso sí, para finalizar, y por si alguien se pregunta qué hago como investigador en un centro como el CNA (Centro Nacional de Aceleradores), indicarle que en muchas de las aplicaciones anteriormente indicadas, las concentraciones de los isótopos radiactivos son tan pequeñas, que para su determinación es necesario recurrir a la utilización de técnicas basadas en el uso de aceleradores de partículas, con especial énfasis en el uso de la espectrometría de masas con acelerador.

El Centro Nacional de Aceleradores (CNA) es una instalación Cientifico-Técnica Singular (ICTS) y es un organismo mixto con participación de la Universidad de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Se encuentra en la Isla de la Cartuja (Sevilla), y está abierto a toda la comunidad científica para el desarrollo de investigación. Os invito a que hagáis una visita a su página web (http://www.cna.us.es) para que toméis conciencia del carácter multidisciplinar de mucha de la investigación que se realiza en el centro, basada en el uso de aceleradores. Quizás descubras que te podemos ayudar en alguna de tus investigaciones, lo que haríamos encantados.

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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

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