El bipartidismo no está hecho CISco
Crecimiento del bipartidismo (PP y PSOE), que conjuntamente llega al 54,1% de la estimación de voto, frente al 49,9% del anterior sondeo). Retroceso de los emergentes Podemos y Ciudadanos (26,8%, 3,3 puntos menos que en abril). Y ampliación de la victoria del PP, que en primavera sacaba poco más de un punto al PSOE y ahora incrementa la ventaja hasta más de tres. Una subida conservadora que parece producirse a costa de los de Albert Rivera. Estos son algunos de los elementos sustanciales de la encuesta del CIS.
Relevante encuesta. La primera tras los comicios del 24M. Y la penúltima antes de las elecciones del 13 o el 20 de diciembre. Realizada en la primera quincena de julio y, por tanto, ajena a los datos de la EPA del primer trimestre y a las recién presentadas cuentas públicas estatales. Pero sí contaminadas por las polémicas primarias de Podemos (proceso desarrollado entre el 3 y el 24 de julio), la pepera Púnica y, sobre todo, por el comienzo de la andadura de los gobiernos salidos de las urnas del 24M, que cambiaron sustancialmente el mapa autonómico y municipal.
Según los datos del CIS, el PP coge aire y crece 2,6 puntos porcentuales respecto a abril (del 25,6% de entonces al 28,2% de julio), sacándole 3,3 al PSOE, que aumenta en 0,6 (pasando del 24,3% al 24,9%).
Por detrás quedan Podemos, que vuelve a retroceder. En este caso en menos de un punto, del 16,5% de abril al 15,7%; igual le sucede a Ciudadanos, con una bajada de 2,7 puntos (del 13,8% al 11,1%), prácticamente los que sube el partido de Rajoy.
IU y UPyD, especialmente esta última formación, van camino de la irrelevancia: 3,7% los de Garzón por 1,3% para los del recién estrenado Andrés Herzog.
Es la segunda oleada en que Podemos retrocede. Hecho en el que, a mi juicio, intervienen muchos factores. Desde la aparición, con fuerte apoyo mediático, del Podemos de derechas (Ciudadanos) a la crisis interna por los modos autoritarios y centralistas de su dirección y líder máximo, pasando por las expectativas que han levantado el éxito de formulaciones más amplias (los Ahora o las mareas), pasando por la pérdida de atractivo que, en el mercado electoral y televisivo, supone dejar de ser ya lo nuevo frente a lo viejo, uno de los ejes en que se movía mejor el grupo de Iglesias.
Gobierno
De no modificarse los datos que arrojan esta y otras encuestas vamos inevitablemente hacia un Gobierno bi o tripartito: PP-Ciudadanos o PSOE-Podemos, pero precisando –sobre todo este último- de más apoyos para llegar a la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. O un PSOE-PP, improbable, pero que daría los mayores niveles de estabilidad y obtendría los mayores aplausos de los actuales dirigentes europeos y del FMI.
En caso de solidificarse en los próximos meses ese primer puesto del PP, le correspondería la iniciativa política para tratar de formar Gobierno. Y las posibilidades de un Ejecutivo progresista, no nos engañemos, serían bastante pequeñas.
