Una manita para estrenarse en casa

El centrocampista marroquí de la UD Las Palmas Nabil El Zhar (c) celebra su segundo gol, el tercero del equipo ante el Granada, durante el partido de la segunda jornada de Liga de Primera División en el estadio Gran Canaria. EFE/Quique Curbelo

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La UD Las Palmas confirmó su gran arranque liguero con pleno de puntos y nueve goles en dos partidos, al pasar por encima de un Granada caótico en defensa, a quien el azar le había permitido igualar el partido al descanso, para sucumbir tras el mismo con cuatro tantos encajados.

Errores individuales y colectivos del conjunto de Paco Jémez fueron aprovechados por un conjunto canario pletórico en el contraataque, ante un rival que, con el inconfundible sello de Paco Jémez, arriesgó demasiado y vio castigado su excesivo atrevimiento con una goleada que da el liderato provisional a los isleños.

El pulso que se preveía por la posesión del balón lo ganó pronto Las Palmas, aunque los primeros minutos fueron algo descontrolados, con llegadas a una y otra portería. De hecho, la primera con peligro la desbarató Javi Varas saliendo a despejar ante Ponce.

El Zhar comenzó a afinar la puntería para los locales con un remate fuera a centro de Vicente Gómez, en una fase en la que el Granada ya empezada a dar síntomas de endeblez defensiva, como indicó que el guardameta Ochoa se vio comprometido hasta por sus propios compañeros con pases más propios de enemigos.

Tras un cabezazo cruzado de Ponce, los de Jémez fueron desapareciendo del juego, mientras que los amarillos empezaron a perdonar, primero con una llegada en solitario de Livaja, al que el árbitro amonestó por dejarse caer en el área ante Ochoa.

Después llegó la torpeza de Gabriel Silva al no despejar por dos veces el balón en el área, y llegó a El Zhar para engatillar un disparo raso y cruzado a la red. Jémez no esperó al descanso y señaló al brasileño con su cambio solo nueve minutos después.

Ochoa volvió a salvar al Granada con paradas ante Vicente Gómez y El Zhar, y el conjunto nazarí, que había mostrado una producción ofensiva casi nula, empató al borde del descanso con una brillante acción individual de Boga ante David García, y un latigazo seco desde la frontal del área, inalcanzable para Javi Varas.

El azar permitió al Granada entrar en el partido, pero el equipo andaluz volvió a suicidarse tras el descanso con desajustes defensivos flagrantes, difíciles de ver en el fútbol profesional.

Primero permitió un mano a mano de Dani Castellano que el lateral desperdició ante Ochoa, y después encajó un gol en un saque largo de Javi Varas que dio a lugar a un dos contra dos, con centro de Livaja y cabezazo de Boateng por encima de Ochoa.

El germano-ghanés, que mostró una camiseta de apoyo a las víctimas del terremoto de Italia, se retiró lesionado poco después.

Con media hora por delante, Jémez contribuyó al caos al cambiar al debutante Samper por Barral, y terminar de partir al Granada en dos, ya que con el cambio, se rompió del todo el partido, convertido en una moneda al aire.

Y la moneda salió cruz para el Granada, cuando El Zhar castigó de nuevo a los visitantes con un contragolpe de libro conducido por Jonathan Viera, y el marroquí regaló después el cuarto gol a Momo.

Viera hizo lo propio con Araujo para que el argentino firmara el quinto, e incluso Ochoa evitó la media docena ante el propio Viera.

Llegaba el Granada a Gran Canaria en plena construcción, pero tras este resultado, Jémez tendrá que recomponer a un equipo que ha quedado hecho añicos.

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