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España es país de Europa occidental que menos adapta la educación a su economía

España es país de Europa occidental que menos adapta la educación a su economía

EFE

Ginebra —

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España es el país de Europa occidental que menos ha conseguido adaptar el sistema educativo y la gestión de los recursos humanos a las necesidades de su economía, según el Ránking de Talento Mundial 2016 publicado hoy por la escuela suiza de negocios IMD.

“El sistema educativo no prepara el tipo de talento que España necesita. Se preparan ingenieros cuando lo que se necesita es personal para el sector de servicios”, dijo a Efe el director del centro de competitividad de la IMD, Arturo Bris, al analizar los resultados del ránking.

El informe sobre el talento analiza 61 países en función de su inversión y desarrollo en educación, su capacidad para atraer el talento extranjero y su capacidad de adaptar el conocimiento de las personas a las necesidades de sus respectivas economías.

En el ránking general, que combina esos tres factores, España se ubica en el puesto 32, lo que significa 7 posiciones por encima del año pasado, siendo el factor de inversión y desarrollo educativo en el que más ha progresado de un año a otro, pasando del puesto 36 al 29.

Bris explicó que la mejora en el posicionamiento de España en ese factor se ha debido sobre todo “al deterioro observado en otros países, más que a un aumento notable de la inversión pública española en educación”.

El ámbito en el que España obtiene los peores resultados tiene que ver con la preparación de la fuerza laboral para su sistema productivo, una variable en la que está en el puesto 45.

El académico señaló que en el país “existe poca cultura de proporcionar entrenamiento a los empleados y en general las empresas carecen de una política de gestión del talento”.

“Como mucho se hace un curso de inglés o de informática”, comentó, y agregó que “el mercado laboral de talento en España está muy segmentado”.

De una parte están “los empleados y ejecutivos que abandonan el país porque tienen capacidad de internacionalización, pero no vuelven” y, por la otra, “aquellos que se quedan porque no tienen capacidades adecuadas para salir (a trabajar) en el extranjero”.

La consecuencia, sostuvo Bris, es que “el talento en el país se deteriora”.

En el tercer indicador del ránking, relacionado con el atractivo que ejerce un país para el talento foráneo, España se ubica en la posición 28 (cinco mejores que en 2015), aunque en la subcategoría de “atraer y retener talento” se posiciona en el puesto 58.

“Esto es grave”, opinó Bris, que explicó que entre las razones de ello están “las dificultades que afrontan los ejecutivos que no hablan español” o “la baja motivación de los trabajadores en general”.

Un tercer elemento que hace que España no sea suficientemente atractiva para el talento exterior tienen que ver con los bajos salarios, particularmente en los cargos medios y en la comparación europea.

“Mi recomendación es que España se centre en políticas de medio y largo plazo, que fomente la internacionalización del talento con programas para enviar gente fuera con el objetivo de que regresen, y que se invierta más educación”.

Esto debe incluir, agregó, la formación en el trabajo, subcategoría en la que España está en el último lugar entre los 61 países evaluados.

“Cuando preguntamos si el entrenamiento de los empleados es una prioridad en las empresas vemos que no existe ni política ni cultura de preparar a los empleados, no hay incentivos a la educación, formaciones continuas, movilidad interna ni educación en idiomas”, lamentó Bris.

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