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La compra del Banif por el Santander amplía el peso español en la banca lusa

EFE

Lisboa —

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Con la compra del Banco Internacional do Funchal (Banif), el Santander ganó terreno en el mercado financiero portugués, donde ya es la cuarta mayor entidad del país y en el que los bancos españoles están cada vez más presentes.

El grupo liderado por Ana Patricia Botín cerró el pasado día 20 la compra del Banif por 150 millones de euros, en una operación que implica además la liquidación del banco con un coste para las arcas públicas lusas estimado en cerca de 3.000 millones de euros.

De éstos, cerca de 2.000 millones serán pagados por el Estado al Santander en concepto de garantías y para cubrir “contingencias futuras”, de acuerdo con el texto de la resolución.

La entidad española adquiere así los activos saludables del banco y su negocio, más de 150 sucursales que se suman a las cerca de 530 oficinas que tenía ya en suelo luso bajo la marca Santander Totta.

Aunque aún no se ha especificado públicamente qué porcentaje de los 12.000 millones de activos del Banif serán transferidos al Santander -ya que la parte problemática pasará a un vehículo de gestión creado específicamente para tal fin-, la operación permitirá a la entidad española superar al que hasta ahora era el cuarto mayor banco de Portugal, el Banco Portugués de Inversión (BPI).

Al cierre del primer trimestre, el BPI apenas tenía 1.700 millones de euros en activos más que el Santander, que entonces ya acumulaba unos activos de más de 39.000 millones.

La entidad española figura ahora en cuarta posición en una lista que lidera la estatal Caixa Geral de Depósitos, seguida del Banco Comercial Portugués (BCP) y del Novo Banco, la escisión “buena” del colapsado Banco Espírito Santo.

Después de la compra del Banif por parte del Santander, las entidades españolas rondarán una cuota de mercado en suelo luso del 20 %, según se desprende de los datos aportados por la Asociación Portuguesa de Bancos.

En total son seis las entidades españolas presentes en el país vecino: Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular y Bankinter.

Bankinter fue precisamente la última en llegar y opera en el mercado luso desde hace apenas tres meses, cuando eligió Portugal para iniciar su internacionalización y adquirió las 84 sucursales de la británica Barclays.

Mucho más longeva es la relación de la catalana Caixabank con Portugal, que entró en el capital del BPI hace más de dos décadas y actualmente es el principal accionista de la entidad con una participación del 44 %.

El banco presidido por Isidre Fainé ya demostró el pasado febrero interés en reforzar su presencia en Portugal y lanzó una OPA sobre el 100 % de las acciones de la entidad, pero finalmente retiró su oferta cuando la junta general de accionistas rechazó eliminar el blindaje a los derechos de voto.

En el aire quedó la alternativa a la OPA propuesta por la segunda mayor accionista del BPI, la multimillonaria angoleña Isabel dos Santos, que sugirió que la entidad se fusionara con el principal banco privado del país, el BCP.

Precisamente en el accionariado del BCP se encuentra la española Sabadell, aunque con una presencia mucho inferior: ostenta una participación del 5,5 %.

Por su parte, el BBVA inició el año pasado un proceso de reestructuración en Portugal y apenas cuenta ya con una docena de oficinas en suelo luso, donde ha enfocado su actividad hacia el sector empresarial y ni siquiera ofrece hipotecas a sus clientes.

En dirección contraria parece querer ir el Banco Popular, que tiene 170 oficinas en Portugal y ha demostrado su intención de ampliar ese número al presentar una oferta por el Banif.

Los bancos españoles afrontarán en breve una nueva oportunidad de saciar su apetito en el mercado portugués, cuando sea relanzado el proceso de venta de Novo Banco.

En el primer intento de vender la entidad -que se cerró sin éxito después de que ninguna oferta agradara al supervisor bancario- también participó el Santander, aunque su propuesta se quedó fuera en las primeras fases.

Si el Santander decide volver a apostar por el Novo Banco y consigue la compra, el banco español podría incluso llegar a convertirse en la mayor entidad financiera en suelo luso.

Paula Fernández

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