Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol
Sobre este blog

Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

La destreza del zurcido

Ildefonso, Víctor, Pelayo, Paul y Cova. Falta Fernando.

Jesús Ortiz

«En una caja pequeña / guardo una piedra enferma», anuncia Fernando Abascal, y podría parecer que el poeta santanderino está dando un recital, pero no: lee en medio de «Todo lo zurdo», un evento de artistas cántabros y leoneses que se presenta como «Música de vanguardia/Poesía expandida», que se celebró en dos sesiones distintas los pasados viernes 28 y sábado 29.

Se lo debemos a la Asociación Santa Leocadia, Cultura, Memoria y Territorio, y a los huéspedes Carmen Alonso Libros, en Cisneros, y Bar Compay’s, en Magallanes. Entre cardenal y navegante, asistimos admirados a actuaciones irrepetibles porque se fraguan en la improvisación. Como las ideas, fugaces asociaciaciones de neuronas, seis artistas largan fragmentos al aire con la justificada esperanza de emocionar y divertir.

Además de Abascal (Los poemas ásperos, Torre Hördelin…), por el lado de Cantabria figuraban en «Todo lo zurdo» Paul Herrera y Pelayo Fernández Arrizabalaga. El primero tiene publicado en «A la sombra de los días», la colección de poesía de Miguel Ibáñez y Luis Alberto Salcines, UM? (Poesías 1999/2029). Según Vicente Gutiérrez, crítico simpático y singular él mismo, la poesía de Herrera es «una simpática singularidad dentro de un panorama poético caracterizado por la producción en serie del poema y el espectáculo de lo sucedáneo». Por lo que toca a la música, en estas sesiones a Herrera le vemos sobre todo agachado y de espaldas al público.

Arrizabalaga nació en Laredo (donde le llaman «Pelayín») y ha vivido mucho tiempo en el extranjero, lo que seguramente le haya ayudado a trabajar con músicos de talla internacional. Con el alemán Ludwig van Beethoven compuso el Adagio con pollo, una pieza para piano y parrilla que se interpreta según la única partitura del mundo, hasta donde se me alcanza, cuya ejecución produce un residuo comestible.

De los músicos venidos de León, Ildefonso Rodríguez y Cova Villegas tienen una relación antigua con Santander; y ambos y Víctor M. Díez con un servidor. En esta ciudad Fonso escribió un poema en recuerdo de Moncho Burgués, propietario de El Rubicón y amigo casi desde la adolescencia, que nos leyó en esta ocasión. Nos leyó otro sobre Miguel Suárez, que vive en Valladolid: con los dos, Miguel y Fonso, y otra decena de amigos, colaboré en la publicación de Un ángel más, revista de poesía. Con Miguel trabajé además en la colección Icaria 2 Poesía, donde estoy muy orgulloso de haberle publicado dos títulos a Fonso y otro a Víctor. Santander conoce a los músicos Cova y Fonso: les ha oído tocar, al menos, en la Plaza Porticada en 2011.

La poesía es esa forma de hablar que se parece a la música. Cuentan los que saben que nació, mucho antes que la escritura, para facilitar el recuerdo de narraciones extensas. Sus recursos primitivos eran precisamente los que la emparentan con la música: el ritmo, la rima. Ayudados por ellos, los aedos tardaban años en memorizar las largos relatos de la guerra de Troya y la vuelta a casa de Ulises, y los fueron contando por las aldeas desde la propia guerra y regreso, en 1200 antes de la era vulgar, hasta finales del siglo viii (a. e. v.), cuando Cadmo, el hermano de Europa, trajo las letras a Grecia y pudieron escribirse.

Con el paso de los siglos la poesía fue perfeccionando sus recursos primitvos, y añadiendo otros más conceptuales, retóricos. Pero, perdida la obligación de servir de soporte al recuerdo y alcanzada la perfección formal, en el siglo xx la poesía acabó desprendiéndose de la rima y confió el ritmo en buena medida a elementos conceptuales, es decir, perdió musicalidad. Del mismo modo en que formas musicales bien establecidas, como el jazz, dejaron de lado la melodía para explorar otras posibilidades. La libertad que se tomaron poetas y músicos exigió de pronto un público capaz de acompañarles, de atreverse a pensar y sentir por sí mismos y no encuadrados en el batallón. Lo que no supuso la extinción de las anteriores formas de poesía y música, que siguen su propio camino. Y en esas estamos.

Lo que hacen los creadores de «Todo lo zurdo» (título homónimo del último libro de Víctor) funciona por agregación. Artistas cultos, se apropian de todo lo precedente de modo que las etiquetas que en ocasiones han cobijado su trabajo (free jazz, improvisación libre…) sirven como referente de ningún modo concluyente, porque añaden de todo, zurdo y diestro, sin orden pero en un concierto sorprendente. Suman estilos, zurcen citas sospechadas, del mismo modo que añaden props a modo de instrumentos, como el tubo de plástico que Víctor hace sonar furiosamente en la foto. Más de 50 de estos utensilios, nos dijo Fonso que tenía que recoger al acabar la sesión.

Entre los instrumentos musicales que emplean merece mención más morosa la voz de Cova Villegas. Llevo años oyendo su empeño singular en sonar sin cantar y siempre me sorprende con recursos nuevos. Coherente con la ambición de globalidad del grupo, Cova tiene un repertorio muy notable de sonidos anteriores al lenguaje, inarticulados, por un lado. Y por el otro emplea idiomas avanzadísimos, incomprensibles por extranjeros: de fuera del Sistema Solar, para ser exactos. Ambos extremos, por ser desnudamente humanos, añaden a la performance una profundidad emocional difícil de describir.

Performance esencialmente musical, a mi entender, donde la poesía se integra cerrando un ciclo. Si buena parte de la poesía en algún momento abandonó la musicalidad para centrarse en lo conceptual (se alejó de lo bonito para aumentar lo significado), ahora vuelve a la música, pero se resigna a ser un elemento más en un concierto. Donde la música ha dejado también de lado lo bonito y puede integrar el significado sin problemas, y alimentarse con él. Y sin dejar de ser tautológica, como siempre fue la música, sin significar en conjunto otra cosa que sí misma.

Cinco de los seis integrantes de «Todo lo zurdo» son músicos, o poetas y músicos. El único que no parece tener actividad musical es Abascal. Pero sospecho que esta carencia es pública nada más. Tengo la impresión de que, cuando nadie le oye, Fernando le canta habaneras a su piedra enferma.

Sobre este blog

Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Etiquetas
stats