La Brigada Paracaidista se ejercita en Zaragoza para actuar en un país en guerra

La Brigada Paracaidista (Bripac) del Ejército de Tierra ha desplegado en el campo de maniobras de San Gregorio de Zaragoza a todas sus unidades con el fin de ejercitarse para intervenir en conflictos híbridos, en el supuesto de países sumidos en un conflicto civil.

Desde el pasado 9 de diciembre y hasta el próximo día 18, la Brigada Paracaidista, en colaboración con otras unidades del Ejército de Tierra, ensaya sus capacidades para acciones de entrada inicial por medios de operaciones aerotransportadas, con el lanzamiento de paracaidistas y con helicópteros.

Fuentes del Ejército de Tierra explican que el ejercicio Thunder II/15 tiene como objetivo instruir a su personal en el mando y control, en operaciones defensivas y ofensivas en conflictos híbridos, apoyo de artillería, acciones de movilidad, contramovilidad y desactivación de artefactos explosivos por los zapadores o abastecimiento y mantenimiento de materiales por el grupo logístico.

También se ejercitan en el apoyo de otras unidades, como a los helicópteros Chinook, Cougar y Tigre de las FAMET (Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra); en el mantenimiento de un hospital de campaña de la Brigada de Sanidad y de una batería del Sistema Integrado de Artillería de Campaña, y en el manejo de elementos de guerra electrónica.

Además, la Bripac llevará a cabo una fase del ejercicio “Dragón 1%”, que tiene como fin adiestrar al Cuartel General de las Fuerzas Ligeras en la dirección y ejecución de operaciones en ambiente híbrido.

Las operaciones en esta fase, según las fuentes, se sitúan en el supuesto de un país sumido en un conflicto civil en el que, tras las resoluciones favorables de los organismos internacionales, España decide lanzar una operación militar que ayude a recuperar la estabilidad en la zona.

En este supuesto, la Bripac debe desarrollar dos operaciones de entrada inicial para tomar y controlar instalaciones críticas. La primera consiste en un asalto aéreo sobre un puerto con el fin de asegurar las instalaciones y permitir la llegada de refuerzos y suministros.

La segunda consiste en la toma y control de un aeropuerto por los paracaidistas.

Durante el ejercicio, las unidades perfeccionarán su instrucción en la reparación y evacuación de vehículos averiados y, con el personal del hospital de campaña, deben establecer in situ controles de calidad del agua de boca utilizada por las tropas.

Finalmente, la Bandera Roger de Flor se instruye en la conducción de vehículos Lince y RG-31 para convoyes, control de itinerarios y de zonas como inicio de su instrucción específica de cara a su despliegue en el Líbano a mediados de 2016.