Ministro venezolano pide a la OEA que reaccione a “violencia convocada” por la oposición

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, afirmó hoy que espera un pronunciamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante los “actos violentos convocados” por la oposición, en referencia a las manifestaciones antigubernamentales de los últimos días en el país.

“Aún esperamos por pronunciamiento de @OEA_oficial sobre actos violentos convocados por oposición, que cercenan derechos de los venezolanos”, escribió Padrino López en su cuenta de la red social Twitter, donde compartió varias fotografías que mostraban enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de la fuerza pública.

Aseguró que el derecho a la protesta está garantizado en la Constitución venezolana “pacíficamente y sin armas”, por lo que llamó a la sensatez y reiteró que las diferencias y problemas “se dirimen con diálogo constructivo”.

“Quién se hace responsable por daños a bienes públicos y a personas? Cuál es la agenda? Terrorismo, caos, muerte? Llamo a la reflexión”, prosiguió el militar, tras considerar que la “responsabilidad es una condición sine qua non de toda dirigencia política y la violencia es el arma de quien no tiene la razón”.

Este es el primer pronunciamiento del titular de Defensa desde que comenzaron las protestas opositoras hace casi dos semanas, que buscan presionar para lograr la destitución de siete magistrados del Supremo a los que el Parlamento, de mayoría antichavista, acusa de haber dado un “golpe de Estado” por despojarlo de sus competencias, aunque luego esta medida fue suprimida.

Las manifestaciones han dejado más de 200 heridos, según la oposición, y 134 detenidos, de acuerdo con la ONG Foro Penal Venezolano.

Hoy varios diputados acudieron a la Comandancia de Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) para rechazar la “represión” que aseguran haber sufrido durante los últimos días por parte de efectivos de la fuerza pública, que han usado gases y agua para dispersar las protestas e impedir que estas llegaran al centro de Caracas, sede de los poderes públicos.