El Senado aprueba el miércoles la Ley de Transparencia, por ahora sin el PSOE

El pleno del Senado aprobará el próximo miércoles la Ley de Transparencia con la incógnita del voto del PSOE y la Entesa, que todavía ven margen para que el PP acepte alguna de sus enmiendas y puedan votar a favor de la norma, uno de los proyectos legislativos estrella del Gobierno.

En el debate en la Comisión Constitucional el pasado miércoles, el PSOE mantuvo su rechazo al proyecto, al igual que hizo en el Congreso, aunque el senador Francesc Antich asegura que todavía hay tiempo para negociar y “muchas posibilidades de mejorar” la ley en aspectos como la publicidad activa o para reforzar la independencia del Consejo de la Transparencia.

Por ahora, la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno cuenta con el apoyo del PP, CiU y PNV, que rechazaron en comisión las propuestas de veto presentadas por los senadores de IU, ERC, Amaiur e ICV.

Pese a su inicial voto en contra, el PSOE no descarta que los populares puedan aceptar algunas de sus enmiendas y creen que hasta el día del debate “hay tiempo para seguir negociando”.

De hecho, los socialistas han agradecido al PP que haya admitido en comisión una de sus enmiendas que permitirá que los ciudadanos que soliciten información puedan dirigirse a las administraciones en cualquiera de las lenguas cooficiales.

No obstante, mantienen su petición de que el presidente del Consejo de la Transparencia -el órgano encargado de velar por el cumplimiento de la ley- sea elegido por tres quintas partes de las Cortes y no por mayoría absoluta, para reforzar su independencia.

Asimismo, el PSOE considera necesario reforzar la publicidad activa por parte de las administraciones, que afecta a los altos cargos y a los contratos, y que se publiquen no sólo las subvenciones sino también las bonificaciones del impuesto de sociedades, así como asuntos relacionados con el urbanismo, campañas de publicidad y las enajenaciones.

Por su parte, el PP ha expresado su voluntad de alcanzar el máximo consenso aunque ha insistido en que se trata de una ley inaplazable y que es necesario que vea la luz cuanto antes.

La Ley de Transparencia tiene un triple alcance: incrementa la transparencia en la actividad pública a través de obligaciones de publicidad activa para todas las administraciones, reconoce y garantiza el acceso a la información y fija las obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los responsables públicos, así como las consecuencias jurídicas de su incumplimiento.