Urkullu y Revilla rechazan una solución bélica al terrorismo

Los presidentes de Euskadi y Cantabria, Íñigo Urkullu y Miguel Ángel Revilla, han coincidido hoy en rechazar que la guerra sea la respuesta adecuada al terrorismo islámico y han apostado por profundizar en sus causas y por buscar otras vías de solución.

Urkullu y Revilla se han mostrado contrarios a “los bombardeos”, a preguntas de los periodistas, tras reunirse por primera vez para hablar de temas de infraestructuras, sanidad y educación que afectan a ambas comunidades.

Ambos han comenzado su comparecencia ante los medios reiterando su condena a los atentados de Francia y su solidaridad con las familias de las víctimas de los ataques de este viernes en París.

Ante la pregunta de si España debe implicarse en una guerra contra el yihadismo, Revilla ha dicho que “estos temas no suelen arreglarse con bombardeos”, una solución, a su juicio, “muy drástica” y que cree que “no es la más adecuada”.

“Hay muchas vías, cortar la financiación, ver qué países apoyan eso, a lo mejor limitar las posibilidades de acceso al petróleo, a las vías que luego les permiten comprar armas pero no soy partidario de las guerras”, ha opinado Revilla.

Además ha señalado que la guerra de Irak fue “una experiencia nefasta” y que parte de lo que esta ocurriendo ahora es consecuencia de aquella intervención militar.

El presidente de Cantabria ha abogado por profundizar en la educación y ha dicho que las mentes de los terroristas están “imbuidas de una educación sectaria” que también cree que habría que “controlar en los sitios donde imparten ese tipo de ideas a los jóvenes”.

Tras declararse “contrario radical a todas las guerras”, Urkullu ha afirmado que aunque se denominen “selectivas” su efecto no sólo son las muertes de civiles inocentes, sino también la “generación de odio que se retroalimenta”.

El lehendakari ha afirmado que le preocupa que, ante los hechos ocurridos en París, se esté planteando “la revisión de determinadas cláusulas que afectan a los países de la Unión Europea” y ha reivindicado una política común en exteriores y en defensa.

“Ante lo acaecido en París me pregunto quienes son ellos y quienes somos nosotros”, ha dicho también Urkullu, antes de recordar que la mayoría de los detenidos en España por su implicación con el yihadismo son españoles y los muertos de París no solo son cristianos o católicos.

A su juicio, hay que replantearse las causas, no solamente de los integrismos y los fanatismos, sino también de los “intereses geopolíticos, geoeconómicos y geoestratégicos”, cómo se están abordando en el mundo y qué responsabilidad tiene la UE en ese abordaje.

Además ha subrayado que no se puede caer en el riesgo de perder ciertos valores que han sido característica de la ciudadanía europea, como el respeto, la tolerancia y la democracia.

“Es necesario un ejercicio internamente de inclusión y de cohesión y externamente de ayudar a profundizar en la democracia en aquellos países que no tienen esta cultura de la democracia, más allá de lo que pueda ser la amenaza de las guerras”, ha sentenciado el lehendakari.