Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

“Tras (pasar) la frontera”, la peripecia de los republicanos andaluces en Francia

"Tras (pasar) la frontera", la peripecia de los republicanos andaluces en Francia

EFE

Sevilla —

0

El éxodo de los republicanos andaluces se vincula habitualmente con el exilio de grandes personalidades como Diego Martínez Barrios, Cernuda o Alberti, pero con ellos se fueron cientos de personas anónimas, como recuerda la exposición “Tras (pasar) la frontera. El exilio republicano en Francia”.

Organizada por el Centro de Estudios Andaluces y la Asociación de Memoria Histórica Rocamar de Almería, la exposición, inaugurada esta tarde en el Museo de la Autonomía, en Coria del Río (Sevilla), recorre a través de medio centenar de fotografías, algunas inéditas, el éxodo de 1939, los campos de internamiento en el sur de Francia y la vida de los exiliados republicanos hasta mediados de los años 50.

El punto de partida de la exposición, que permanecerá abierta hasta el 1 de junio, es la llegada a la frontera por los Pirineos Orientales, por la que pasaron en poco más de tres semanas más de 450.000 personas, casi 50.000 andaluces, imágenes cedidas en su mayoría por la Fundación Pablo Iglesias.

El resto de las fotografías, que retratan la difícil subsistencia en los llamados campos de internamiento, la vida cotidiana y la organización política en Francia hasta mediados de los cincuenta, fueron captadas por el fotógrafo autodidacta Enrique Tapia (Arganda del Rey, Madrid, 1911-Toulouse, 2011), un testigo de excepción del exilio republicano en el invierno de 1939.

Personas hambrientas, cargadas con algunas de sus pertenencias, llenaban las carreteras que conducían a Francia por los Pirineos, pero no fueron acogidas como esperaban, sino que fueron agrupadas en campos de internamiento, grandes extensiones de arena junto a las playas del sur de Francia, rodeadas por alambradas, donde no había agua potable ni apenas alimentos.

Las imágenes de la exposición dan fe de las duras condiciones que debieron soportar hacinados en barracones, que llegaron a provocar motines porque la ayuda de organizaciones humanitarias enviadas a Francia no les llegaba.

La respuesta a las protestas fue separar a las parejas del barracón de matrimonios llevando a las mujeres y sus hijos a otros distintos, como reflejan las fotografías en las que conversan a través de las alambradas algunas familias.

Otra imagen deja constancia de cómo se las ingeniaban para conseguir agua potable llegando a construir barracas y bombas artesanales para suministrarla.

La exposición se cierra con escenas de la vida cotidiana de los exiliados republicanos que se instalaron en Francia una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial -en Toulouse llegaron a residir unos 40.000 españoles-, y de las acciones políticas contra la dictadura de Franco desarrolladas por los partidos republicanos, las centrales sindicales y los partidos nacionalistas.

Actividades de personalidades como Dolores Ibárruri, Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos y Gabriel Pradal, diputado socialista por Almería en las Cortes de la Segunda República.

El fotógrafo Enrique Tapia fue vecino de Pradal en Toulouse y la amistad entre ambos fue clave para poder captar en imágenes la vida de los exiliados en todos sus ámbitos: política, trabajo, familia y ocio, como ha recordado hoy el hijo de Enrique Tapia, afincado en Francia y que ha acudido al acto de inauguración de la muestra.

Imágenes que se intercalan en la exposición con las de ciudadanos “corrientes”, exiliados republicanos sin más que sufrieron el destierro aunque nunca perdieron la esperanza de volver a su tierra.

Por Blanca Fernández-Viagas.

Etiquetas
stats