La protesta en Barcelona por el 1-0 se salda sin detenidos por parte de los Mossos

Los Mossos d'Esquadra han confirmado que no han detenido a ningún ciudadano durante las diversas concentraciones de protesta que se formaron ayer en Barcelona por el 1-O, y que culminaron con la congregación de 40.000 personas frente la sede de la consellería de Economía y Hacienda de la Generalitat.

La concentración comenzó antes de las 9 de la mañana, poco después de los registros y detenciones de la Guardia Civil en varias sedes de la Generalitat y otros organismos de Barcelona, cuando la Asamblea Nacional Catalana (ANC) convocó a la ciudadanía a través las redes sociales u otros canales de comunicación para movilizarse en protesta.

A lo largo del día hubo algunos momentos de tensión entre las fuerzas policiales y los manifestantes, que destrozaron varios vehículos de la Guardia Civil a los que pincharon las ruedas, colocaron pegatinas con lemas a favor del referéndum e hicieron pintadas a favor de la independencia.

Frente la sede de la CUP, donde varios agentes de la Policía Nacional acudieron para intervenir propaganda del 1-O, se produjeron empujones entre un grupo de personas y la policía cuando esta intentaba entrar en el edificio.

Durante la manifestación multitudinaria en la Rambla de Catalunya por la noche, los Mossos d'Esquadra cargaron contra un grupo de manifestantes para intentar asegurar la salida de la comitiva judicial y de los guardias civiles que habían entrado a la sede de la consellería de Economía para realizar los registros y que quedaron bloqueados por los manifestantes durante horas.

La policía autonómica se había desplegado en medio de los abucheos de algunos manifestantes, mientras otros pedían calma y lanzaban consignas como “manos arriba”, para dejar patente el carácter pacífico de la concentración, aunque algunos de los concentrados lanzaron varios objetos, especialmente latas de bebidas.

En una carta dirigida a todos los servicios de la policía catalana ayer, el Mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, pedía a los agentes del cuerpo que fueran “especialmente restrictivos y cuidadosos con el uso de la fuerza” en las concentraciones que estaban teniendo lugar.

Las protestas, que duraron todo el día y parte de la noche, se saldaron finalmente sin detenidos y ocasionaron varios cortes en el tráfico desde primeras horas de la mañana en la Rambla de Catalunya y la Gran Vía, además de afectaciones menores en la Diagonal, Vía Layetana y Passeig Taulat, donde se encontraban las sedes los departamentos de Economía, Trabajo y Asuntos Sociales y Bienestar Social.