Argentina lanza en el Día del Ambiente un plan para plantar un millón de árboles

El Gobierno de Argentina celebró hoy el Día Mundial del Ambiente con el lanzamiento de un plan para que escuelas planten un millón de árboles en diferentes puntos del país.

La iniciativa, impulsada por los Ministerios de Ambiente y de Educación, se denomina “La escuela se planta ante el cambio climático” y prevé que distintos centros educativos planten en el transcurso de un año un millón de árboles nativos.

“Todas las escuelas van tener la oportunidad de plantar árboles a través de un programa a lo largo de todo el país”, destacó el ministro de Ambiente argentino, Sergio Bergman, al lanzar hoy el plan en Buenos Aires.

Según explicó la cartera de Ambiente en un comunicado, la iniciativa busca concienciar sobre la importancia del bosque nativo como herramienta para mitigar los efectos del cambio climático.

El proyecto se apoya en el desarrollo de contenidos didácticos por “ecorregiones” para promover el cuidado de las especies de flora nativa.

Como parte del acto, se plantó un árbol de ceibo -la flor nacional de Argentina- y se realizaron actividades educativas en las que participaron 150 alumnos de diferentes escuelas.

También en coincidencia con el Día Mundial del Ambiente, el Senado de Argentina acogió la primera edición del Parlamento Federal del Clima, con participación de legisladores de todas las provincias del país.

“El cuidado del medioambiente tiene que ser una política de Estado de largo plazo que traspase las administraciones temporarias”, afirmó al participar del encuentro la vicepresidenta argentina y titular del Senado, Gabriela Michetti.

Por su parte, el senador Fernando “Pino” Solanas, presidente de la comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Cámara alta, explicó que este encuentro busca “establecer un punto de convergencia alrededor del combate del calentamiento global con todas las provincias y estimular el nacimiento de iniciativas que ayuden a confrontarlo”.

Solanas llamó a “promover un cambio en las actitudes cotidianas” y “pasar del modelo de derroche y consumo hacia una vida mucho más equilibrada y que no colisione con la naturaleza”.