El Gobierno mexicano y los maestros sostienen una nueva reunión en busca de acuerdo

El Gobierno de México y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) celebran una nueva reunión en busca de una solución al conflicto que los enfrenta por el rechazo de la organización gremial a la reforma educativa de 2013.

Unos 2.000 miembros de la CNTE marcharon este lunes desde la residencia presidencial de Los Pinos en Ciudad de México hasta la sede de la Secretaría de Gobernación (Interior), a donde llegaron alrededor de las 19.30 hora local (00.30 GMT del martes) para un programado encuentro con el titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio.

Durante la marcha, líderes de la organización dijeron esperar que en la reunión se alcanzaran acuerdos concretos para solucionar el conflicto.

En la medianoche del lunes (05.00 GMT del martes) la reunión en Gobernación proseguía sin que hubiera trascendido información sobre los resultados de la misma.

Osorio anunció el pasado 5 de julio la reanudación del diálogo con la CNTE en un breve mensaje televisado en el que declaró que ante los bloqueos de carreteras y otras acciones de la agrupación, el Gobierno “asumió su doble responsabilidad: la de distender, garantizando la libre manifestación, pero resguardando los derechos de terceros”.

“Hoy, gracias a que se actuó de esta manera, se ha restablecido la interlocución en un marco de respeto”, dijo entonces.

Refirió que los maestros habían hecho entrega de un documento con sus planteamientos, mientras el Gobierno “les entregó por escrito la alternativa de solución” por parte del Ejecutivo.

El ministro dijo que los maestros pidieron un tiempo para consultar con las bases de su organización sobre los planteamientos gubernamentales, y que se acordó una próxima reunión este lunes 11 de julio para analizar “los puntos de acuerdo y las coincidencias que nos permitan normalizar la situación a la brevedad”.

Trascendió que en el documento presentado por la CNTE se reiteran las demandas de la agrupación relativas la derogación de la reforma educativa, la liberación de líderes presos y el cese de las repercusiones laborales para los maestros que han dejado de impartir clases por asistir a las manifestaciones.

A su vez, Gobernación propone “facilitar un proceso de diálogo con la Secretaría de Educación Pública en torno al modelo educativo”, con el objetivo fundamental de “fortalecer la educación pública y garantizar el máximo logro de aprendizaje de los educandos”.

En junio pasado, delegados de la agrupación gremial tuvieron dos reuniones con el ministro Osorio, pero las partes no lograron cerrar la brecha entre sus respectivas posiciones.

La CNTE, que tiene mayor fuerza en Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero, los estados más pobres del país, pide la derogación de la reforma educativa, que estableció la evaluación continua del personal docente y puso fin a antiguos privilegios sindicales.