Una familia con seis hijos será desahuciada el día 25 en Rota

“Llevo más de un mes sin poder dormir. No sé qué va a ser de mi familia”. Son palabras de Juan Manuel, un roteño de 29 años que ve cómo su esposa y sus seis hijos se quedarán en la calle el día 25 si se ejecuta finalmente la orden de desahucio que pesa contra él. Juan Manuel no tiene trabajo, tampoco Paula, su mujer, y no han encontrado la ayuda que esperaban ni en el Ayuntamiento de Rota ni en la Junta de Andalucía. Para empezar, su gran problema es que la vivienda no es de su propiedad. Están alquilados y eso les deja en una situación de indefensión.

El padre ha vivido de la hostelería desde que comenzara a trabajar siendo aún un adolescente, pero ahora no encuentra nada tras salir de la pizzería en la que trabajaba el pasado verano. Esto le ha impedido afrontar las mensualidades correspondientes y la denuncia del dueño de la casa ha terminado derivando en una orden de ejecución de desahucio que ha sido frenada en dos ocasiones por la mediación del Ayuntamiento de Rota y del grupo ciudadano Primavera Andaluza. En este caso va a ser complicado que la historia tenga un final feliz.

La empresa municipal Sursa (Sociedad Urbanística de Rota S.A.) es la que ha intentado ayudar a los jóvenes para evitar esta desgracia, pero no lo ha conseguido. Sursa se creó para el desarrollo de las competencias municipales en materia de urbanismo y fomento económico. En ella ha centrado Juan Manuel su esperanza, pero unos aseguran que han hecho todo lo posible para dotar a la familia de una vivienda y estos replican que no han estado a la altura de las circunstancias. Rota no se ha declarado municipio libre de desahucios y la policía judicial estará a las 11.00 de la mañana del martes en el domicilio de Juan Manuel para dejarla desocupada después de la petición de que entregaran las llaves de manera voluntaria no haya sido atendida.

Juan Manuel no sabe cómo asumir una situación que es una tragedia: “Esto es muy duro. Yo no quiero vivir de nadie ni que me regalen nada. Sólo quiero tener un trabajo para mantener a mi familia. Hace meses que lo estoy buscando y lo que voy sacando, que es a base de mariscar y vender coquinas o caracoles, lo utilizo para dar de comer a mis hijos. El día 25 nos tendremos que ir y yo ya he perdido la esperanza. Es algo increíble”.

Su voz se quiebra cuando se imagina en el momento de explicar a sus hijos que no volverán a casa y que no tienen donde dormir. “Yo no puedo contar con la casa de mis padres ni de mis suegros porque son casas muy pequeñas, en mi familia no hay medios para ayudarme y no sé dónde ir con seis hijos”.

No son propietarios, están en paro y no cobran nada

Desde el Sursa se dice que han hecho “todo lo posible” para ayudar a esta familia, pero hay varios problemas de una difícil solución. Ellos no son propietarios de la casa, están en paro y sin recibir ninguna cantidad mensual. “En Rota no tenemos viviendas municipales que le podamos proporcionar, de manera que tenemos que tratar directamente con inmobiliarias o con los dueños de pisos y estos se niegan a alquilar porque saben que Juan Manuel no tiene ingresos. Nosotros nos comprometemos a abonar una mensualidad o dos y la fianza, pero eso no es suficiente. Los dueños de las viviendas piden garantías, piden un contrato de trabajo y ante eso no podemos hacer nada”, apuntan desde Sursa.

Resulta difícil de entender que no haya ningún programa social que respalde a una familia de ocho miembros. El protocolo de ayudas al alquiler del Ayuntamiento de Rota es para rentas de casas que no superen los 420 euros y para Juan Manuel es difícil encontrar un piso de cuatro dormitorios (teniendo en cuenta que son ocho miembros en la familia) por esa cantidad. Él estaría feliz con una casa de menos espacio, pero oficialmente no se la pueden dar. “Es absurdo que la ley obligue a que deba tener una vivienda de cuatro dormitorios, cuando la misma dice que no puede pasar de 420 euros. Es una incongruencia muy grande porque por eso yo ahora me quedo en la calle”, apunta.

Fuentes del Sursa aseguran también que Juan Manuel se ha equivocado en su forma de plantear el tema. “Ha hecho que todo el mundo de Rota conozca su situación para recibir ayudas y ahora se encuentra con el problema de que los dueños de las casas saben que no tiene ingresos y se niegan a alquilarle nada. Habría sido mejor que hubiera actuado de otro modo. Nosotros hemos conseguido retrasar el desahucio y vamos a intentarlo todo hasta el mismo día 25, pero es muy complicado”, dicen.

La respuesta del afectado es clara: “Eso lo dicen como excusa para que no se sepa que no han hecho nada por mí. Es una vergüenza que no haya medios como tienen otros pueblos de Cádiz para dar una vivienda por algún tiempo a los que lo necesiten hasta que encontramos trabajo. Hay muchas casas que pertenecen a los bancos y que están cerradas. Podrían llegar a un acuerdo con ellos, pero no. No ha habido interés en ayudarnos. Yo entiendo a los dueños de las casas que no quieran alquilármela porque esto es un negocio y querrán su dinero, pero no entiendo que el Ayuntamiento de Rota deje en la calle a una familia con seis hijos”, reitera.

Los colectivos que han pedido al Ayuntamiento de Rota una ayuda para la familia reclaman una mayor sensibilidad a Eva Corrales, la alcaldesa (PP Roteños Unidos), que llegó a decir que no iban a “permitir que esta familia se quede en la calle”. Juan Manuel comenta al respecto que “la alcaldesa se quiso apuntar un tanto cuando parecía que una persona aceptaba alquilarnos una casa, pero cuando cambió de opinión se vio la realidad. Ella no ha aceptado ni recibirme, a pesar de que yo se lo he pedido en varias ocasiones. Estoy muy decepcionado y desesperado”, insiste. Sus seis hijos, de 12, 8, 7, 5 y 3 años y una pequeña de 4 meses no son conscientes de una situación que se escapa de la Ley de la Función Social de la Vivienda que fue suspendida en enero por el Tribunal Constitucional. Un drama que ya ha comenzado su cuenta atrás si alguien no lo remedia.