Año nuevo, adiós peaje: 26 años después, la autovía Sevilla-Cádiz no se paga

El periodista gaditano Fernando Pérez, justo tras pagar el peaje por última vez.

Fermín Cabanillas

Hasta 20.000 euros. Esa es la cantidad que se ha podido dejar en el peaje de la autovía Huelva-Sevilla el periodista gaditano Fernando Pérez. Lleva once años recorriendo esa carretera de 2 a 3 veces por semana. Su nombre está ligado a la información deportiva de Canal Sur Radio hace esas once temporadas, igual que a las bambalinas del Teatro Falla en carnavales, y es una de esas cientos de personas que, ahora, ven cómo su bolsillo respira con el fin del peaje en la AP-4.

Esta misma semana ha tenido que volver a dejar 14,60 euros (7,30 a la ida y 7,30 a la vuelta) para cumplir con su trabajo. Su vida es la de muchas personas que dependen de esa carretera para llegar a tiempo a su puesto de trabajo, aunque “es verdad que hay veces que he buscado la alternativa de la Carretera Nacional, sobre todo cuando me he ido a trabajar un viernes o un sábado con tiempo, que como he salido con tiempo he podido ir por otra carretera”.

El “impuesto revolucionario”

Eso sí, la más de media hora de diferencia ha hecho, en la mayoría de los casos, que decida pasar por caja. Fernando vive en Cádiz capital, y trabaja en la Isla de la Cartuja sevillana. El recorrido completo de la AP-4 ya es parte de su vida. “A la semana la cojo tres viajes de ida y vuelta, dependiendo de si hay solo liga, o hay UEFA, o Copa del Rey, etc. Es verdad que si se pagaba con la VISA te hacían un descuento, que es lo mismo que el telepeaje que se pasaba de forma automática, de modo que en función de un número concreto de viajes te rebajan algo”.

Ahora, “para mí, que soy un amante de Sevilla, es un cambio de vida, es poder circular libremente hasta un lugar que a la inversa será igual y va a haber una involución, porque Cádiz incrementa su atractivo aún más. Recuerdo a un amigo que siempre cogía la Nacional, porque decía que él no pagaba un impuesto revolucionario”, explica.

“Como haga la cuenta, me va a dar coraje”

Su cara (sobre todo su voz) es muy conocida, pero hay ejemplos anónimos que hablan a las claras de que abrir la AP-4 era una necesidad. Nuria lleva cinco años trabajando como enfermera en Sevilla. Al principio se planteó alquilar un piso, pero cuando hizo las primeras cuentas de los gastos decidió ir todos los días desde su Lebrija natal a la capital andaluza: “Si lo planteo hoy, lo pienso al revés, porque creo que en estos cinco años he gastado más en peajes y gasolina que su hubiese alquilado un piso al lado de la Catedral de Sevilla”, bromea.

Acaba de pasar por el arco del peaje cuando su Volswagen Polo sigue camino con ella, no sin antes intentar hacer memoria de cuánto se ha dejado en los arcos del peaje: “Mejor no, que como haga la cuenta me va a dar coraje y todo”.

Hacia el lado contrario, Marcos acaba de pasar con un camión frigorífico camino del puerto de Algeciras. “Mis jefes asumen el coste de pasar por aquí, que es mucho más caro, por la rapidez, claro”. Este chófer natural de Badajoz y con más de 20 años de experiencia al volante, mira a largo plazo la apertura de la AP-4, y confía en que “ahora, con menos costes para la empresa, los chóferes hasta podremos cobrar un poco más”.

80 millones de ahorro

Las previsiones de Marcos no están lejos de la realidad. La supresión del peaje supondrá un ahorro anual para los usuarios de 80 millones de euros, según los datos aportados este lunes por el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos. Los 93 kilómetros de la autopista han tenido una concesión de 48 años, 26 de ellos de prórrogas. El ministro ha vaticinado que aumentará en un 30 % el tráfico en esa vía y ha explicado que de los 71 trabajadores de la concesionaria, la empresa de conservación que se adjudique el nuevo contrato mantendrá a 42. La conservación costará 5,4 millones de euros cada año.

“Es un hito histórico”

Los alcaldes de dos de los municipios que ahora se ven libres de barreras, Los Palacios y Villafranca y Lebrija, Juan Manuel Valle (IP-IU) y José Barroso (PSOE), no se andan con remilgos a la hora de valorar que desaparezcan las barreras. “Es un hito histórico”, coinciden.

Para el de Los Palacios, la liberalización de esta autopista es “una reivindicación muy deseada y justa” que pone fin “a un déficit de infraestructuras en toda la comarca del Bajo Guadalquivir”, porque “Cádiz y Sevilla eran las dos únicas provincias no conectadas por una autovía gratuita”.

José Barroso, se ha mostrado “súper feliz y contento” por esta liberalización, y recuerda que “de tener que pagar siete euros para ir y volver a Sevilla desde el municipio a poder ir a Sevilla sin tener que pagar ese precio, es un gran logro para todos los estudiantes y todas las personas que van a trabajar”.

La supresión de las barreras de peaje en esta autopista es consecuencia de la conclusión del contrato de concesión de su explotación que actualmente tiene Abertis y su consecuente reversión al Estado. Igual que esta carretera desde hoy abren libremente la AP-7 entre Tarragona, Valencia y Alicante.

La AP-4 Sevilla-Cádiz cuenta con 93,8 kilómetros de longitud por los que actualmente circulan una media de 24.477 conductores al día, si bien esta cifra se eleva a casi 35.000 vehículos en los meses de verano.

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