Sevilla incluye 56 ejemplares y 28 formaciones arboladas en su primer Inventario de Árboles Singulares

El alcalde, Antonio Muñoz, con responsables de la obra y la familia de José Elías.

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Sevilla ha presentado este jueves en sociedad su primer Inventario de Árboles Singulares de la ciudad, un catálogo en el que figuran ejemplares como el magnolio de la Catedral, el eucalipto Gran Capitán, el ficus de Chapina o las palmeras del Parlamento de Andalucía. El inventario está compuesto inicialmente por 56 árboles y 28 formaciones arboladas.

De todos ellos se ha hecho un análisis, un diagnóstico y se ha configurado una ficha completa. A medio plazo, este inventario se convertirá en un catálogo que se incorporará como una modificación de la ordenanza de arbolado en la normativa municipal. De esta forma, los árboles aquí incluidos, sean de propiedad pública o privada, tendrán unas exigencias en materia de conservación y protección específicas a la altura de su valor, según han expuesto.

El catálogo ha sido confeccionado por un equipo técnico del Servicio Municipal de Parques y Jardines con apoyo de la empresa especializada Tecnigral y expertos que han colaborado a título individual, entre ellos el recientemente fallecido José Elías Bonells, responsable del servicio durante décadas.

Los profesionales encargados de la redacción del texto han pormenorizado la labor acometida y los diez “criterios” de edad, valor paisajístico, cultural, ecológico u ornamental seguidos para conformar este inventario compuesto inicialmente por 56 árboles y 28 formaciones arboladas, que incluye además otros 70 elementos arbóreos de carácter “notable”; tras ser analizados entre “200 y 300 candidatos”.

La “espectacular riqueza botánica” de Sevilla

Según Mario Gutiérrez, de Tecnigral, el documento refleja la “espectacular riqueza botánica” de Sevilla, mencionando ejemplares como el Gran Capitán, un eucalipto de los Jardines de Murillo que se alza hasta casi 55 metros como árbol más alto de la ciudad, así como las palmeras washingtonias del Parlamento de Andalucía, entre las que figura la palmera más alta de Sevilla con 28 metros. También se incluye un ombú de los jardines del monasterio de la Cartuja que “según la leyenda” fue plantado por un hijo del navegante Cristóbal Colón (y que por ende tendría unos 500 años de vida), el emblemático magnolio ubicado a los pies de la Catedral o el ficus de Chapina, con cerca de un 70% de su copa proyectada sobre el río Guadalquivir.

Este inventario, que parte de las directrices del Plan Director del Arbolado, se somete ahora a una fase de participación pública para abrirse a la posibilidad de nuevas incorporaciones de ejemplares con valor patrimonial, ambiental o social para, posteriormente, aprobar un catálogo que, mediante ordenanza, incorpore medidas reforzadas de conservación y protección tanto de aquellos situados en espacios públicos, sean municipales o de otras administraciones, como privados.

“Hito” en la gestión del arbolado

El alcalde hispalense, Antonio Muñoz, ha subrayado que “hoy se marca en la ciudad un hito en cuanto en la historia de la gestión del arbolado con un inventario riguroso y técnico. Sevilla es muy conocida por su patrimonio monumental y artístico, pero no tanto por el patrimonio de su arbolado”. “Se marca un punto de inflexión tanto en su gestión, conservación y protección como en el conocimiento de la riqueza del patrimonio verde de nuestra ciudad e incluso la historia vinculada”, ha apostillado ante representantes de colectivos relacionados con la jardinería y el arbolado. “El inventario es el punto de partida para que todos estos árboles singulares cuenten con un nuevo modelo de cuidado, protección y conservación”, ha abundado.

“Sevilla nunca había tenido un catálogo de árboles singulares”, según ha remarcado el regidor, quien ha agradecido durante este acto el trabajo de todo el equipo técnico, y especialmente de José Elías, quien falleció justo durante la redacción del documento, y al que se la rendido un especial homenaje con la entrega a sus familiares (presentes en el acto) del primer inventario impreso. “Con su experiencia, su conocimiento, su profesionalidad, Pepe fue fundamental en todo este trabajo”, ha enfatizado.

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