Asociaciones vecinales y migrantes se manifestarán conjuntamente en Zaragoza por la situación en el Parque Bruil

Las asociaciones vecinales del entorno del Parque Bruil y la Madalena, junto con la Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ) y el Movimiento Antirracista de Zaragoza han convocado una manifestación para exigir soluciones al problema de sinhogarismo que se da desde hace tiempo en la citada zona verde.

La manifestación partirá este jueves, 18 de septiembre, a las 19:00 desde la puerta del Centro de Historias, en la calle de Asalto, y finalizará en la plaza del Pilar frente al Ayuntamiento.

Desde las entidades convocantes –Colectivo Vecinal Parque Bruil, Asociación Vecinal Parque Bruil-San Agustín, Asociación Vecinal de la Madalena, FABZ y Movimiento Antirracista de Zaragoza– han destacado que “el acto pretende lanzar un mensaje de colaboración entre vecindario y migrantes para hacer frente a un problema causado por el abandono institucional”, tal como se desprende del manifiesto que se leerá al final de la manifestación.

En el texto se recogen las demandas “claras y firmes”, que pasan por una coordinación real con el Colectivo Vecinal Bruil-Aloy Salas-Tenerías, que conoce de primera mano la realidad del barrio; el esclarecimiento y respuesta inmediata sobre el incendio en la calle Taboada; recuperar el Parque Bruil como espacio de convivencia, disfrute y respeto para todos; y la gestión de nuevos fondos europeos y garantizar que lleguen de verdad al barrio para mejorar la vida de sus vecinos, especialmente a los mayores que viven encerrados en sus casas por falta de recursos y ascensores.

Otra petición es la resolución inmediata de la situación de los jóvenes solicitantes de asilo que siguen esperando un lugar digno donde vivir. Proponen gestionar el sistema de citas de solicitud de asilo de una forma más efectiva y buscar alternativas para los que no han podido acceder al asilo, pero pueden formar parte activa de la sociedad.

También piden la ampliación de recursos de alojamiento y atención para todas las personas sin techo, sin importar su origen, incluyendo a quienes trabajan, pero no pueden acceder a una vivienda. El albergue municipal dispone de 32 camas que no se usan y se podrían crear otros centros provisionales de alojamiento de emergencia, especialmente ante la llegada del frío.

La séptima y última petición es un apoyo social efectivo, programas de salud mental y medidas de integración que ataquen las causas de la exclusión.