La unión y lucha de los vecinos salva el edificio de La Malatería que finalmente se rehabilitará

Pilar Campo

Oviedo —

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El esfuerzo, la constancia y la lucha de los vecinos para recuperar el uso social del edificio de La Malatería, ubicado en el barrio de San Lázaro en la capital asturiana, ha sido fundamental para que este inmueble considerado como “singular para los barrios obreros” haya pasado de estar a punto de derribarse a ser incluido en un proyecto de rehabilitación.

El Principado se ha comprometido con los miembros de la Plataforma 'La Malatería no se tira', en una reunión mantenida ayer, jueves, a licitar el proyecto que supondrá la construcción de 29 pisos para alquiler social y de un centro asistencial para personas mayores con una capacidad para 70 plazas.

Los representantes de la Consejería de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos han adelantado como fecha para la licitación la del primer trimestre de 2024.

El edificio de la Malatería llevaba 13 años en un absoluto abandono. Originariamente fue sede de un hospital de leprosos en el siglo XII y reconvertido en residencia de mayores en el siglo XX hasta que los últimos ancianos fueron trasladados a otros centros del ERA (Establecimientos Residenciales para personas mayores de Asturias), un organismo dependiente del Principado.

La lucha vecinal por mantener el edificio en pie

Los vecinos, preocupados por el progresivo deterioro en el que se encontraba este edificio, decidieron unirse en una plataforma a la que dieron una denominación con la que ya declaraban clara su declaración de intenciones. La llamaron 'La Malatería no se tira', con la que su postura quedaba perfectamente definida.

A partir de ahí, fueron sucediéndose las concentraciones y la recogida de firmas. Con paciencia, sus integrantes fueron recopilando, una a una, hasta conseguir un total de 6.000 rúbricas de vecinos que dejaban constancia de su protesta en las hojas instaladas en las mesas a favor de la causa y las presentaron en el registro autonómico.

El objetivo era recuperar para el barrio el uso social del edificio y en defensa de la máxima conservación del inmueble y su zona verde.

Entre tanto, los propios vecinos reunidos en sextaferia se iban turnando para organizarse y limpiar la zona especialmente retirando la maleza. Los propios miembros de la plataforma han confirmado que llegó a causar una gran alarma social el ver que, debido a ese abandono, llegó a haber un momento en que varios okupas temporalmente se asentaron en este equipamiento.

Además, de que se registraron inicialmente actos vandálicos, era el caldo de cultivo perfecto para la aparición de ratas y un foco de infección e insalubridad.

El pasado mes de febrero los vecinos se juntaron siguiendo un llamamiento realizado a través de las redes sociales. Desde entonces, han superado numerosas barreras y su objetivo principal era lograr que el Principado cambiara su posicionamiento inicial y atendiera a sus peticiones.

La unión y la lucha de los vecinos ha logrado salvar el edificio que finalmente se rehabilitará. Así lo han confirmado los directores generales de Ordenación del Territorio, Ignacio Ruiz Latierro, y de Vivienda, Daniel Sánchez, respectivamente, quienes ayer se reunieron con los vecinos a los que explicaron el borrador de los pliegos del concurso público.

Preservar el patrimonio

El pliego contempla la conservación del cuerpo delantero del complejo ovetense y buena parte de la zona verde, tal y como reivindicaban los vecinos. A partir de ese mínimo de preservación, se establece una mayor puntuación para aquellas propuestas que apuesten por una conservación superior del edificio.

El documento también recoge que obtendrán una mejor valoración los proyectos que planteen una mayor conservación de las zonas verdes actuales. En ese cómputo puede incluirse una superficie de cubierta plana ajardinada acondicionada para la estancia y recreo de los residentes. 

“Tenemos una propuesta de pliego en el que se va a obligar a los licitadores a preservar todo el frente del edificio en su totalidad, no solo la fachada, sino el primer bloque del edificio”, ha señalado Ruiz Latierro. 

El director general ha añadido que se han incluido criterios patrimoniales y sociales y se incorporará a un técnico de la Dirección General de Patrimonio en el jurado encargado de la adjudicación.

Según los datos facilitados por el Principado, el proyecto se realizará a través de la fórmula del derecho de superficie. El superficiario que resulte ganador del concurso público gestionará la propiedad durante 70 años bajo la supervisión del Gobierno del Principado y será el responsable de la edificación.

Esta iniciativa supondrá una inversión de 6,2, de los que 1,4 corresponden a fondos europeos Next Generation

Esta iniciativa supondrá una inversión de casi 6.289.023 euros, de los que 1.450.000 corresponden a fondos europeos Next Generation y los 4.839.023 restantes los aportará el superficiario. La finalización de la construcción está prevista para 2026. 

Este es un paso muy importante que muestra el poder de la lucha vecinal por defender y conservar el patrimonio. Los vecinos, que protagonizaron numerosas concentraciones e impartieron charlas informativas, seguirán manteniendo reuniones con los representantes del Principado para concretar los detalles del proyecto de rehabilitación de un edificio “singular para los barrios obreros”.