Las hemos probado en recorridos técnicos, bajo calor intenso y con mochila a la espalda. A simple vista podrían parecer equivalentes, pero no es así. Una está pensada para ofrecer comodidad, estabilidad y protección, mientras que la otra apuesta por la velocidad, la ligereza extrema y la reactividad inmediata.
¿Buscas una zapatilla para entrenar duro y competir en terrenos variados? ¿O una herramienta afilada para ritmos altos durante salidas explosivas? Aquí va un cara a cara honesto, tras haberlas usado con kilómetros reales, para que sepas cuál encaja mejor contigo. Y, como siempre, sin rodeos.
Dynafit
Alpine Pro 2
Las Alpine Pro 2 de Dynafit ha sido uno de los modelos que más nos ha sorprendido esta temporada. Aunque son bastante ligeras (unos 280 gramos en talla 43) y con un drop de 6 mm, nada más calzarlas, lo primero que destaca es la sensación de confort inmediato que transmiten. El acolchado interior es generoso, sin ser excesivo, lo que permite una gran comodidad incluso en tiradas largas. El ajuste al pie es firme y la estabilidad sobresaliente gracias a un chasis que recoge perfectamente el pie sin comprometer la libertad de movimiento. En bajadas largas y zonas con piedra suelta es dónde realmente brillan ya que notas cómo el pie va “encajado” y bien protegido, y eso te da confianza para soltar piernas.
La suela Vibram ofrece una tracción potente, con tacos de 4 mm. bien distribuidos que se comportan de forma ejemplar tanto en roca como en senderos abiertos. En terrenos técnicos inspiran confianza, y el compuesto tiene una adherencia excelente incluso en mojado. La amortiguación es otro de sus puntos fuertes ya que es generosa, pero reactiva, ideal para corredores que encadenan muchos kilómetros sin querer renunciar a la sensibilidad.
El “upper” transpira muy bien y seca rápido. Aunque el sistema de lazado no es el más intuitivo, tiene la ventaja de poderse sustituir por cordones convencionales, lo que amplía su versatilidad.
El tejido es resistente, pero no molesta. Tiene refuerzos donde los necesitas, es decir, puntera y laterales. Si te metes en charcos o nieve primavera evacua razonablemente bien, aunque no es una zapatilla pensada para estar empapada todo el día. Lo que sí se nota es que ha sido pensada para sumar kilómetros en montaña sin hacerte pensar en los pies.
Es una zapatilla recomendadas para corredores de montaña de media y larga distancia, con técnica media o alta, que busquen comodidad, estabilidad y protección. Perfectas para terrenos mixtos, carreras largas o entrenamiento diario en montaña.
PVP recomendado: 180 euros.
Peso: 280 gramos por zapatilla.
Millet
Intense Pro BOA
Las Millet Intense Pro BOA apuntan claramente a un perfil de corredor muy distinto. Aquí lo que prima es la ligereza y la velocidad. Su diseño minimalista y su peso pluma (unos 260 gramos en talla 43) las convierten en una herramienta perfecta para días de competición o entrenamientos rápidos. Desde el primer momento se percibe que la prioridad de esta zapatilla ha sido la ligereza ya que el acolchado interior es casi inexistente, lo que reduce gramos, pero también penaliza el confort en usos prolongados o terrenos muy técnicos.
El sistema de ajuste BOA es muy rápido, incluso sobre la marcha, y reparte bien la presión, pero no se puede sustituir por cordones. La estructura recoge bien el pie, pero su horma estrecha puede requerir cierto periodo de adaptación, especialmente en corredores con pies anchos o sensibles. Otro detalle a tener en cuenta es que no traen plantilla, y el tacto del interior es duro. En cuanto metes el pie, sabes que esto no va de confort, sino de ir rápido y sentir el terreno.
El tejido es tipo Matryx, una mezcla de nylon con refuerzo de Kevlar que es una pasada de resistente. Puedes darte contra piedras o ramas sin miedo a romperlas, aunque como ya hemos dicho no tienen apenas acolchado interior.
Por otro lado, la suela Michelin tracciona muy bien en roca y terreno seco. En barro o hierba mojada pierde un poco de agarre, pero dentro de lo razonable. La mediasuela es muy firme, con respuesta rápida y directa. Notas cada piedra, cada raíz... Eso está muy bien si buscas ir rápido y tener buen “feedback” del terreno, pero no tanto si quieres comodidad en rutas largas.
Es un modelo recomendadas para corredores ligeros, con técnica depurada, que priorizan el rendimiento y la velocidad. Ideales para competiciones, VK, entrenamientos de calidad o actividades tipo Skyrunning.
PVP recomendado: 220 euros.
Peso: 260 gramos por zapatilla.
Conclusiones finales
Ambas zapatillas están diseñadas para moverse con soltura en montaña, pero tienen orientaciones claramente distintas. Las Dynafit Alpine Pro 2 apuestan por la polivalencia, el confort y la estabilidad, posicionándose como una opción ideal para corredores que buscan una zapatilla todo terreno, fiable, cómoda y duradera. Son una aliada perfecta para quienes encadenan muchos kilómetros, incluso en rutas técnicas o de alta montaña.
Por otro lado, las Millet Intense Pro BOA están pensadas para quienes priorizan ligereza y rendimiento en distancias cortas o medias. No son tan cómodas ni polivalentes, pero sí más rápidas y precisas. Funcionan muy bien en verticales, competiciones rápidas o entrenamientos en los que la agilidad y el peso son determinantes.
¿Con cuál quedarse? Si solo pudieras tener una y buscas versatilidad, comodidad y fiabilidad: Dynafit Alpine Pro 2. Si ya tienes varias y buscas una voladora de competición para cuando toca apretar: Millet Intense Pro BOA.