Capel remonta al Athletic
Buen botín el que saca el conjunto de Bielsa de su visita a Portugal, ya que a pesar de perder el partido la renta pudo ser mayor para los locales en los minutos finales. Las acciones a balón parada dieron vida al Athletic, que no pudo desplegar su habitual juego, ante un conjunto luso, que dejó claro porqué ha alcanzado las semifinales de la Europa League, poniéndose por delante en la eliminatoria donde San Mamés dictará sentencia.
Los lusos salieron a sorprender al Athletic, acercándose peligrosamente a la meta de Gorka, que vio como un disparo seco de Schaars se marchó fuera lamiendo el poste. Los leones no perdieron la paciencia y poco a poco fueron enseñando las garras, aprovechando a Llorente en las acciones a balón parado.
El partido se atascó en el centro de campo, con pocas opciones para los delanteros, cayendo del lado lisboeta las oportunidades de gol más claras, aprovechando los desajustes en la zaga bilbaína.
El partido mantuvo el mismo guión, sin el juego habitual del Athletic que venía desarrollando en la Europa League. Los lusos seguían llevando el peso, aunque los rojiblancos avisaban a balón parado, y en una de esas, Aurtenetxe aprovechó un mal despeje de Insúa para empujar el balón al fondo de las mallas, dando un golpe defecto al partido.
Con el gol bajó un poco los brazos el Sporting, que casi lo aprovecha Amorebieta, en un córner, para rematar un balón suelto, pero se encontró con el palo. La moral del cuadro de Bielsa fue subiendo con el paso de los minutos, pasando a dominar el cuero, mientras los locales intentaban recuperase del mazazo del gol con algún contragolpe.
Capel llevaba el peligro por la banda, y en un centro del español, Insúa aprovechó una indecisión de la defensa para lograr la igualada con un certero remate de cabeza y volver a meterse de lleno en el partido. Se volvieron a venir arriba con el empuje de la grada y Diego Capel dio la vuelta al partido con un disparo perfecto desde la frontal ajustado al palo, contra el que nada pudo hacer Gorka.
El Athletic se borró del choque y se convirtió en un juguete en manos del Sporting de Portugal, buscando el tercero con los rojiblancos encerrados en su propia área. No duraba el balón en los pies de los jugadores rojiblancos, incapaces de aguantar las embestidas, aunque el marcador ya no se movería, dejando la eliminatoria abierta para decidirse en San Mamés.