El Tenerife pone todo menos el gol y no pasa del empate frente al Leganés

Enric Gallego se lamenta por una ocasión fallada

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —
7 de febrero de 2022 00:41 h

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Hizo todo el Tenerife menos marcar y sacó fruto el Leganés de un planteamiento que desmerece el talento que reúne y este domingo se resumió en jugar juntito, tirar la línea lejos de su portero, no encajar y sacar fruto de una contra o de una genialidad que no se le apareció. Incongruente con los recursos y el talento que maneja, cumplió en todo muy bien –salvo lo último– para sacar un punto del Heliodoro en otra estación del vía crucis que le espera para evitar la vuelta a su sitio natural.

Enfrentado a un muro y obligado a atacar con pocos espacios desde su puerta, el grupo de Ramis hizo un loable ejercicio de voluntarismo, paciente en su apuesta, pero negado en la suerte del remate. Le fueron amaneciendo ocasiones mientras iba muriendo el partido, pero no tuvo el acierto de otras veces, cuando con menos –y sin tanto desgaste– ha hecho más.

Aguantan los blanquiazules con más de dos jornadas de margen sobre el séptimo puesto, se les alejan los de ascenso directo tras las victorias de Eibar y Almería, pero mantienen su mejor virtud: no conceden ocasiones y de noches yermas como esta se van por lo menos con un empate. Y hoy, también, con la convicción de que han ganado muchísimo con la cesión de Andrés, un chico que ve el fútbol antes de patear el balón y al que se presupone titularísimo tras dos ensayos como suplente.

El Tenerife no debió sorprenderse con el desempeño del Leganés. Empeñado con éxito su rival en achicarle el campo y en no perder el sitio, costó una hora a los locales desabrochar lo suficiente para que aparecieran pelotas de remate. Hizo casi todo lo esperable: tiró arriba a los laterales para buscar la llegada por los flancos, pero Mollejo solo dio con un pase al área que encontrara un definidor, un remate a quemarropa de Gallego (m.13) que terminó con el balón fuera y delantero y portero dentro de la portería. Trató menos de hallar por dentro a Elady, pero solo una vez picó Omeruo perdiendo la posición. Dio sentido Corredera a los cambios de orientación para provocar que el Leganés basculara mal y tampoco así.

Si tuvo un mérito elogiable el grupo de Nafti fue el orden defensivo, con Recio anclado entre defensas y medios. Si esperaba alguna producción reseñable de sus atacantes, no pasó de un tirito de Juan Muñoz antes del descanso (m.39) y de un arranque de talento de José Arnaiz tras la pausa (m.72), tan estético como carente de un remate con peligro después de dos ruletas para plantarse sin más gas en el área.

Ganaron mucho los locales con los cambios. Primero Andrés –vertical cuando debe, listo para optar por un pase de protección que no rife el balón, siempre con criterio– y luego Michel –justo a tiempo para relevar a un Corredera que ya no podías más– y Lord Shashoua, recuperado el inglés para la causa tras varias jornadas intrascendente. Asociado el inglés con Andrés, queda la duda del partido que se habría visto teniendo a ambos desde el arranque. Pero sí se adivina que en encuentros de atasco o contra rivales que se expongan más, puede tener el Tenerife una pareja que le dé otra cosa cuando no caen pelotas al área desde los laterales para que las cacen Elady o Gallego.

Cuando las tuvieron esta noche ambos estaba escrito que no iban a acabar dentro. El fútbol se reserva a veces esta contradicción de premiar al que defiende y defiende mientras deja con cara de bobo al que busca el gol desde el vestuario. Asombrado porque no caía el 1-0, a ratos desquiciado por las tretas del Leganés para retrasar cualquier saque de falta propio o ajeno, terminó por caerle a Elady (m.78) un balón espléndido a la cabeza que picó con tanto exceso como poco ángulo para que cogiera puerta.

Y casi en la única contra limpia que tuvo el Tenerife luego de una pelota que le vino a Gallego a campo abierto (m.88), le pegó seca el ariete con un zapatazo que encontró el poste pero no la red. Al cabo de tanto quererlo, no hubo justicia para el anfitrión –no premia el fútbol con ese criterio– como desacierto en estas dos oportunidades como las que marraron Andrés, Sashoua o el mismo Gallego. Por lo demás, ganó el Tenerife un punto y empató el Leganés para llevarse otro. Y ya saben los de Ramis que hasta mayo no todo va a ser un camino de rosas, más méritos reúna partido a partido.

(0) CD TENERIFE: Soriano; Mellot, Sergio, José León, Alex Muñoz; Mollejo (Shashoua, m.70), Aitor Sanz, Corredera (Michel, m.79), Bermejo (Andrés, m.60); Elady (Mario, m.79) y Enric Gallego.

(0) CD LEGANÉS: Riesgo; Nyon, Omeruo, Javi Hernández, Quintillá; Recio (Bárcenas, m.77); Randjelovic (Palencia, m.70), Borja Pardo, José Arnáiz (Gaku, m.77); Juan Muñoz (Borja Garcés, m.85) y Bautista (Qasmi, m.70).

ÁRBITRO: Aitor Gorostegui Fernández-Ortega (Comité vasco). Amonestó a los visitantes Pardo (m.83) y Borja Garcés (m.91).

INCIDENCIAS: Partido de la 26ª jornada de LaLiga SmartBank 21-22, jugado en el Helidoro Rodríguez López. 11.058 espectadores, con aforo reducido al 50% por la crisis sanitaria.

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