Nueva derrota del 'Desafío Español'
El Desafío Español volvió a perder en el segundo encuentro de semifinales de la Copa Louis Vuitton contra el Emirates Team New Zealand y sigue sin conocer la victoria frente a un equipo neozelandés que este martes no le dio opciones, que le sacó 40 segundos en la meta y que ya se coloca 2-0 en la eliminatoria.
En la otra semifinal, el Luna Rossa, tras una salida magistral que dejó parado al BMW-Oracle y lograr una ventaja que llegó a ser de doscientos metros, vio como los estadounidenses recortaron distancias y, a pesar de pasar por detrás en todas las balizas, superaron al barco italiano en los últimos metros para ganar e igualar a uno su eliminatoria.
En la segunda jornada de las semifinales de la Copa Louis Vuitton, las condiciones meteorológicas mostraron un viento más estable y uniforme por todo el campo de regatas, con una intensidad de entre 12 y 14 nudos, que dejaba menos opciones a las sorpresas de ayer por los roles, la inestabilidad y los cambios de intensidad.
El Desafío Español cedió este martes menos tiempo que la jornada de este lunes, pero las sensaciones de fueron peores porque en ningún momento dio la impresión de estar metido en la regata y tener opciones de acercarse a su rival.
Ya en la pre-salida no tuvieron opciones y el barco que patronea el polaco Karol Jablonski se vio obligado a virar justo antes de la línea porque se quedaban sin espacio para salir por el lado del Comité y los neozelandeses les sacaron siete segundos.
Los españoles navegaban eslora y media por detrás del barco de Dean Barker pero se mantenía por el lado derecho aunque ambos iban hacia la parte izquierda del campo de regatas.
Sin embargo, en los primeros metros del tramo de ceñida (contra el viento), los kiwis dejaron prácticamente sentenciada la regata pues en el primer cruce, se colaron por el lado derecho y empezaron a estirar su ventaja, que llegó a ser de más de trescientos metros y que se tradujo en 1:15 al paso por la boya de barlovento.
En el trayecto de empopada (a favor del viento), el barco español se fue hacia el lado izquierdo del campo de regatas, con el NZL-92 sin dejar de controlarlo y con la tranquilidad que da dedicarse únicamente a controlar al rival sin tomar riesgos, mientras los españoles trasluchaban en busca de algún role que les favoreciera.
Mala jugada
Pero no tuvieron éxito y la ventaja de los neozelandeses se mantenían en más de trescientos metros, mientras los españoles, con el príncipe Felipe como tripulante 18, veían escapar cualquier opción de poder igualar la eliminatoria, tras la derrota de este lunes.
Los neozelandeses sacaron 1:04 de ventaja en la segunda baliza a los españoles, que realizaron una maniobra, en la que el casco del Iberdrola pareció tocar la boya, lo que suponía una penalización que finalmente pareció no ser vista por los jueces en el agua.
El control de Barker era patente y cada maniobra española en busca de recortar distancias era contestada inmediatamente por el barco neozelandés, que no dio opciones a la sorpresa y cruzó la meta 40 segundos por delante del ESP-97.
Otra historia fue la otra semifinal. El caña australiano del Luna Rossa James Spithill dio una lección de salida en match race y entró en la línea en tiempo y dejando por detrás al BMW-Oracle prácticamente parado y sacando nueve segundos de ventaja.
Una guerra de viradas precedió a la ventaja de más de dos esloras del Luna Rossa, que se hizo con el lado derecho del campo de regatas y que en apenas cinco minutos ya le sacaba doscientos metros.
Rápido y efectivo se mostró el innovador barco italiano durante todo el tramo de ceñida, lo que le permitió mantener esa ventaja frente a los que patronea Chris Dickson, que perdieron casi un minuto (58 segundos) al paso de la baliza de barlovento.
Pero el USA-98 volvió a evidenciar su velocidad en el tramo de empopada y pareció favorecido por un role de viento que le llevó a recortar metros constantemente a su rival hasta montar la segunda baliza sólo a 20 segundos -había neutralizado 38 segundos-.
En la segunda ceñida, el barco italiano sintió el aliento de los estadounidenses en su popa, sobre todo tras una maniobra agresiva del USA-98, de la que el ITA-94 pidió penalización, que no fue concedida, y salió airoso de la situación arrancando con velocidad hacia la tercera boya, que pasó 14 segundos por delante del BMW.
Los de Dickson no se daban por vencidos y se auguraba un final tenso. El BMW puso en liza la calidad y la velocidad de su barco en empopada para superar al ITA-94 en el último tramo y cruzar la línea con 14 segundos de ventaja, ante la incredulidad de los italianos, que habían ido por delante toda la regata.