Rossi cumple a lo grande otro de sus sueños
El piloto italiano Valentino Rossi (Yamaha) cumplió este domingo en Motegi otro de sus sueños: recuperar el título de campeón del mundo de MotoGP dos años después de perderlo, algo que sólo su compatriota Giacomo Agostini había hecho en la historia del motociclismo.
Además, Valentino lo hizo a lo grande. Sin conformarse con una segunda o tercera plaza que le servían y sumando en el Gran Premio de Japón su quinta victoria consecutiva en 2008: Laguna Seca, Misano, Brno, Indianápolis y Motegi.
El italiano marcó los tiempos de la carrera desde el principio hasta el fin, aunque pasó por primera vez por la línea de meta en la quinta posición, se fue deshaciendo de sus rivales uno a uno con una gran facilidad.
El australiano Casey Stoner, que hace un año en este mismo circuito dio a Ducati su primer título de campeona del mundo, lideró la primera parte de la carrera. El español Dani Pedrosa (Honda) se puso en la cabeza de la carrera en la segunda vuelta al superar a Stoner.
No estuvo igual de afortunado el español Jorge Lorenzo (Yamaha), que ayer había hecho el mejor crono en los entrenamientos oficiales y perdió cinco puestos en la salida.
El australiano, el español y el italiano se destacaron enseguida. Pedrosa y Rossi marcaban la vuelta rápida en la tercera vuelta. En la quinta, Stoner pasaba a Pedrosa y éste se la devolvía inmediatamente y en la sexta el piloto de Barcelona perdía el liderato y se veía superado por sus dos rivales.
Mientras, Lorenzo daba cuenta del estadounidense Nicky Hayden (Honda) y era cuarto, pero lejos del primero. Poco a poco, Lorenzo se acercaría a Pedrosa.
Stoner marcaba un nuevo récord del circuito, 1:47.091, en su intento de evitar que Rossi le cogiera. Pero a pesar de esto, a once vueltas para el final, el nuevo campeón del mundo daba cuenta de su rival para destacarse y ganar en solitario el gran premio.
Solo quedaban dos incógnitas: quién sería el tercero y cómo celebraría Rossi el título.
El tercero fue Pedrosa. Lorenzo no pudo sobrepasarle en la última vuelta, aunque le metió la rueda con decisión, pero en un sitio imposible.
Cómo lo celebró. Rossi, que ha tenido dos años para pensar en el número ocho y en 2006 tenía lista una celebración para la última carrera, en España, donde se quedó a las puertas de su octavo campeonato, se puso una camiseta en la que se podía leer en italiano “Scusate il ritardo” (perdonad el retraso) e hizo una parodia en una curva del circuito en la que “un notario” daba fe de que lo había conseguido. Lo certificó en el casco.
Posteriormente, lo celebró con su familia y recibió la felicitación de Stoner, Lorenzo y Pedrosa, junto a su hermano menor, Luca.
Con este mundial, Rossi, de 29 años, suma ya uno más que el australiano Mick Doohan, que dominó durante la década de los noventa el Mundial de Motociclismo.