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El Tenerife se apaga en el peor momento

Rubén Baraja, durante el Tenerife-Lugo

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —
17 de julio de 2020 23:08 h

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El CD Tenerife se apagó el día que no debía hacerlo para entregar una victoria que agradecerá el Lugo, si finalmente consigue la permanencia. Los blanquiazules, muy oscuros en la primera parte, solo reaccionaron tras el 0-1 del grancanario Cristian Herrera (54’). Baraja se acordó de Elliot y la entrada del extremo canterano subió de revoluciones a un equipo que primero empató (Milla, 70’), luego tuvo tres ocasiones más frente un rival con diez por la expulsión de Seoane y acabó, de modo lamentable, encajando el 1-2 (El Hacen) en el quinto minuto de la prolongación.

La derrota deja un daño extra de decepción, más allá de que el final de curso del representativo tenga un punto de placidez inimaginable en diciembre, cuando el 2-1 en Riazor anunciaba un martirio con riesgo cierto de descenso. Pero la previa eclosión —obra de Sesé Rivero—de Jorge y Elliot y la mano de Baraja para revivir a su equipo hicieron posible una permanencia con cinco o seis jornadas de sobra. Por el camino, el técnico construyó su obra con nueve titulares fijos —ocho hasta que se cayó Alberto— y casi siempre los mismos recambios y la misma propuesta. Hasta las 21:20 horas de este jueves, cuando volvió Elliot. O sea, que había otra fórmula y otros elementos. 

El gol de Herrera había revelado la cara fea de este Tenerife cuando pierde su sitio en el partido y no pone la tensión suficiente. La pugna del grancanario para ganarle el sitio a Lluis López reveló la flojera del defensa y las ganas del contrario. Y mostró, de paso, las costuras de un equipo que sin Luis Pérez y con Moore bajo de tono había perdido la verticalidad por el flanco que tantos puntos le dio antes.

Ya puestos, y mientras se cocinaba la tragedia, apareció Elliot después de 180 días —lo que se dice medio año— tras su última intervención, el 19 de enero (1-0 al Girona). Nueve oportunidades tuvo y nueve veces se le negó. Hoy bastó su entrada —y una roja excesiva a Seoane que diezmó al Lugo— para que el muchacho demostrara que no apunta a internacional, pero tampoco es peor que ninguno de sus competidores. Con más partidos, la especulación se dispararía.

El chico entró en el 56 y un minuto después se arrancó con una carrera profunda para ponérsela a Joselu —ahí la tienes, todo para ti— que el de Cartaya desperdició. En el 70, aprovechó una entrega de Álex Muñoz habilitándole al espacio y, ahora sí, encontró en un espléndido remate de nueve de Milla el premio a su trabajo y el gol del empate.

Para cuando el gol del único blanquiazul titular que estuvo en su contribución cotidiana, también estaba sobre el césped Suso. Suya fue la más clara para el 2-1, con un tiro al larguero (80’) que pudo devolver la esperanza de la promoción al Tenerife…

Pero ni Elliot, ni Milla, ni el capitán fueron suficientes. El de hoy es de esos partidos que explotan a favor de obra y arreglan faenas con poco capote y malos banderilleros, como se cierran con fallos que revelan que la predisposición, si no es colectiva, encierra muchos riesgos.

Andaban los locales, desaforados, en la búsqueda del 2-1 cuando un resbalón de Javi Muñoz permitió la contra desesperada del Lugo. El error es involuntario, pero la defensa que hizo a continuación, renunciando a la banda para que intentara corregir sin éxito Lluis López, igual revela que todo lo que viene cedido no asegura el pedigrí, ni mejora a los que salen de Geneto, que salen, sí. Una lectura, a lo que se ve, pendiente, sea Serrano, Moreno o Cordero quien deba hacerla (y transmitirla).  

Primera parte hubo también. Insípida. Y estéril ante la propuesta del Lugo, con Pita retrasado a tercer central y Manu Barreiro tirado a ratos a un lado para abrir espacios a Cristian, que tuvo la única clara, clarísima, bien atajada por Ortolá (12’). Sin segundo delantero ni extremos cuando te defienden con tres zagueros, el Tenerife ya anunció el apagón, los remates no pasaron de rematitos y el primer córner llegó en el 37. A un tiempo solo, el partido habría sido el mismo.

(1) CD TENERIFE: Ortolá; Moore (Jorge, 90+3’), Šipčić, Lluis López, Álex Muñoz; Javi Muñoz, Aitor Sanz (Suso, 67’), Milla, Lasure (Elliot, 56’); Bermejo (Joselu, 56’) y Dani Gómez.

(2) CD LUGO: Ander Cantero; Leuko, Peybernes, Pita, José Carlos (Djalo, 72’), Kravets; Manu Barreiro, Seoane, El Hacen, Hugo Rama (Álex López, 51’); y Cristian Herrera (Grau, 66’).

ÁRBITRO: Óliver de la Fuente Ramos (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Lluis López (82’) y a los visitantes Pita (46’) y El Hacen (74’). Expulsó a Seoane (60’) por una entrada a Álex Muñoz.

GOLES: 0-1, Cristian Herrera (54’). 1-1, Milla (70’). 1-2, El Hacen (90+5’).

INCIDENCIAS: Partido de la 41ª jornada de Liga, décimo desde la suspensión de la Liga por la COVID-19, jugado a puerta cerrada en el estadio Heliodoro Rodríguez López.

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