El Tenerife solo empata con el Zaragoza y se complica el acceso a la promoción

Los jugadores del Zaragoza celebran el 0-1, obra de Luis Suárez

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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El CD Tenerife solo pudo empatar (1-1) un partido en el que perdió frescura, acierto y casi todas sus opciones para meterse en la promoción de ascenso. El Real Zaragoza también salió malparado porque tampoco le servían las tablas para su objetivo del retorno directo a Primera División. El gol de Luis Suárez, amaneciendo el encuentro en el minuto 5, fue compensado por el de penalti convertido por Milla en el 15.

Lo de esta noche tiene pinta de despedida anticipada. Con nueve puntos pendientes, la única plaza en juego del play-off parece más cercana para Rayo Vallecano (sexto) o Elche (séptimo) que para un Tenerife (octavo) al que, a dos puntos del corte, podría quedarle una última bala en Alcorcón, a la espera de que pinchen los citados. El balance, en cualquier caso, no debe olvidar la capacidad de Baraja y su plantilla para resucitar después de un diciembre que presagiaba una catástrofe.

Baraja, eso sí, jugó a lo habitual para terminar condenado por la ausencia de un factor —la letalidad—que otras veces, la mayoría, hizo rentable su apuesta. Cuando hacia el minuto 55 parecía el partido en zona de nadie pudo optar por meter —como luego hizo enfrente Víctor Fernández con Kagawa— alguien que desequilibrara por el flanco de Isma López (titular por la baja contractual de Lasure) entre líneas por el medio. Entró Álex Bermejo, sí, pero por Dani Gómez. La segunda línea solo acabaría modificada cuando Javi Muñoz sentó a Moore.

Así que los blanquiazules, teniendo dos enormes oportunidades —Dani Gómez en el 47 y Joselu en el 88—, fueron capaces de mantenerse de pie frente a un rival con más toque, pero igualmente romo, al que también acabó pesándole la certeza de que el empate solo le servía para agarrarse a una tercera plaza que le daría ventaja de campo en los cruces.

Los blanquillos amenazaron con el gol, más fluidos en la primera parte y a ratos, luego, en una continuación con fases de ida y vuelta. Percutieron con Puado y Nieto por el lado de un Luis Pérez a veces desbordado y tiraron para incordiar, siempre, de Luis Suárez. El colombiano obligó continuamente a Šipčić y se sacó un gol —mal defendido por Ortolá—, aunque fue la velocidad de Kagawa la que acabó expulsando al serbio: dos cruces a los que llegó justito, dos tarjetas y a la caseta.

A todo eso, el Tenerife hizo lo previsible, por más que en la primera parte sufriera corriendo más de lo deseable cuando las pugnas o las segundas jugadas eran siempre zaragocistas. Respiró si encontraba a Joselu para apoyar o descargar, se atascó con la incapacidad de Dani Gómez para otra cosa que no sea el remate, ganó metros cuando Luis Pérez y Moore se asociaron y tuvo despliegue cuando Milla —infatigable, anunciando que alguien lo va a comprar— condujo verticalmente para romper la línea que marcaban Eguaras y Zapater.

No fue poco el esfuerzo de los locales, pero fueron perdiendo la frescura a medida que el partido se iba cayendo y apuntaba más a un error que un acierto para romper el 1-1.

Así que por el camino acabó desaparecida la capacidad para sacar ventaja de las pocas vueltas que tuvo el Tenerife para cazar al Zaragoza a la contra. Como ejemplo, la del minuto 82, cuando Álex Bermejo, tratando de asomarse al área, se vio rodeado por cinco rivales. La escena describe a un equipo ya en la reserva, entre precavido y agotado. Solo tenía combustible para correr Luis Pérez, rebanando los balones a los que solo él es capaz de llegar, como poniéndosela a Joselu para que el onubense rematara de cabeza, al cielo de Anfiteatro, el balón postrero que pudo ser el 2-1.

Que el Tenerife pudo haber cambiado con otros relevos, en otras posiciones y antes es tan obvio como especulativo. Que, desde enero para acá, la estrategia ha sido en lo esencial la misma y, en la postpandemia, ya no pasa siquiera por Suso o los chicos que asomaron en invierno, también. A tres partidos para la fiesta de final de curso, con el premio de la promoción a la vista, el miedo le pudo otra vez al riesgo.

(1) CD TENERIFE: Ortolá; Luis Pérez, Šipčić, Lluis López, Álex Muñoz; Moore (Javi Muñoz, 83’), Aitor Sanz, Milla, Isma López; Joselu (Alberto, 90’) y Dani Gómez (Álex Bermejo, 73).

(1) REAL ZARAGOZA: Cristian Álvarez; Vigaray, Atienza, Clemente, Nieto; Guti (Kagawa, 74’), Eguaras, Zapater (Dani Torres, 81’), Soro (Burgui, 81’); Puado (Álex Blanco, 87’) y Luis Súarez.

ÁRBITRO: Jorge Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó a Joselu (62’) y a los visitantes Zapater (33’), Soro (79’), Dani Torres (90+2) y Luis Suárez (90+3’). Expulsó a Šipčić por doble amonestación (76’ y 89’).

GOLES: 0-1 (5’) Luis Suárez. 1-1 (15’) Milla, de penalti.

INCIDENCIAS: Partido de la 39ª jornada de Liga, octavo desde la suspensión de la Liga por la COVID-19, jugado a puerta cerrada en el estadio Heliodoro Rodríguez López.

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