La banana se come el mercado peninsular que el plátano perdió por la erupción de La Palma


Plátano de Canarias expuesto en un centro comercial.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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Los efectos de la erupción del volcán en La Palma se perciben incluso en los supermercados de la Península y Baleares. Hay menos plátano canario en los lineales y es más caro. Las coladas afectaron a casi 600 hectáreas del cultivo en la Isla Bonita, con la consiguiente pérdida de más de 50 millones de kilos en los envíos desde el Archipiélago a su principal mercado. La disminución de la oferta de la fruta isleña ha acelerado el aumento de banana disponible en los mercados españoles, que además es más barata: los consumidores han podido comprar dos kilos de banana por el mismo precio que un kilo de plátano de Canarias.

Según los datos de agosto de la Dirección General de Aduanas, recopilados y analizados por el economista Juan S. Nuez y publicados en la revista Agropalca, en el primer semestre de 2022 la importación de banana superó a los envíos de plátanos en casi 18.000 toneladas más. Al menos desde 2018 y hasta 2020, el volumen de plátanos remitidos superaba los 200 millones de kilos, pero en 2021 se rompe esa tendencia. Con la producción afectada los últimos tres meses del año por el volcán, la oferta disponible en Península bajó hasta las 196.100 toneladas. Pero aún con esa disminución, la fruta isleña continuaba superando la cantidad de banana en el mercado. Sin embargo, en los primeros seis meses de 2022 las consecuencias han sido más acusadas: ha bajado hasta los 161,8 millones de kilos, por los 179,7 de banana.

Pero no todo lo que se envía desde Canarias o se importa de países como Costas Rica, Colombia o Senegal acaba comercializándose en el mercado español. Al no poder absorber tanta cantidad, una parte se destina a la reexportación, es decir, se destina a otros países de la UE, principalmente Portugal. Los datos de Aduanas muestran que de enero a junio, 37.005 toneladas se quedaron fuera del mercado peninsular y balear, por lo que la oferta total ascendió a 304,5 millones de kilos entre ambas frutas (3,8% menos que en el mismo periodo de 2021). Sin embargo, no es posible conocer cuánto de esa cantidad fue plátano o banana porque Aduanas no desagrega esos datos.

Pero sí es posible realizar estimaciones: si toda la reexportación fue de banana, un escenario propicio para el plátano, la cuota de mercado de la fruta importada se situó en un 46,9%. Pero si se dio la situación inversa, entonces asciende hasta un 59%, superando la oferta de plátano en determinados periodos del año. Esta situación se viene repitiendo desde hace años y, con relativa frecuencia, desde 2019 en meses concretos. De hecho, en octubre del año pasado (cuando ya había comenzado la erupción), la banana barrió al plátano, llegando a un 69% de cuota de mercado. Y en el acumulado de 2021 la oferta de la fruta importada se movió entre el 40 y el 58%, entre 4 y 7 puntos porcentuales más, respectivamente, que en 2020.

La menor oferta de plátano en Península y Baleares ha hecho que la fruta experimente un incremento en el precio, desde el origen a la venta al público. Los productores recibieron desde 55 céntimos por la categoría segunda (la de menor calidad), hasta 1,60 euros por la superextra (la de mejor calidad), es decir, un valor promedio que osciló entre los 0,84 y 1,30 euros A la salida de las cámaras de maduración, la media se situó entre 1 y 2,50 euros. Y en los lineales, el kilo se ha ofertado a entre 2,80 y 3,20 euros, un aumento propiciado por los márgenes impuestos por las cadenas de distribución, que aprovecharon la coyuntura para subir los precios entre 60 céntimos y 1 euro. Mientras que el precio de la banana se ha mantenido estable: iniciaba el año 1,10 euros y en junio alcanzó 1,40 euros.

Recuperación de un 90% de la producción en menos de dos años

Cuando finalice el año, se podrá comprobar cuál será la preferencia de los consumidores y cómo ha afectado este escenario al subsector. En 2021, el plátano canario supuso el 70% del total de ingresos obtenidos por la distribución de ambas frutas, con una cuantía superior a los 495 millones de euros. En total, el mercado del plátano canario supuso un volumen de negocio superior a los 890 millones de euros en España, según datos de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), patronal representante del cultivo estrella del Archipiélago. 

En un comunicado, Asprocan recordó que entre septiembre de 2021 y agosto de 2022 la pérdida de producción en La Palma ha supuesto más de 53 millones de kilos en relación con la media de los últimos diez años. Antes del volcán, la Isla Bonita exportaba una media de 140 millones de kilos anuales de plátanos, aportando el 32% del total de 400 millones de la fruta que genera el Archipiélago anualmente. Asprocan ha demandado en reiteradas ocasiones la recuperación de las casi 600 hectáreas de cultivo afectadas por la erupción: 217 sepultadas por las coladas y unas 300, aisladas y mermadas por las cenizas. En este sentido, ha remarcado que en La Palma el subsector daba empleo a más de 11.000 personas en labores que van desde la producción al transporte del producto y, de forma directa, suponía 5.300 agricultores de los 8.000 del Archipiélago antes del volcán.

El Gobierno de Canarias ha abonado unos 16,4 millones de euros entre diciembre del año pasado y septiembre de 2022, a través de las organizaciones de productores, a más de 3.000 titulares de las fincas sepultadas por la lava, de cultivos afectadas por ceniza y de explotaciones con imposibilidad de acceso al riego. Mientras que se han cubierto el 100% de las ayudas a los productores que han perdido sus tierras por las coladas, para los que tienen plantaciones aisladas se ha alcanzado el 56% de los cálculos de la pérdida de producción, según ha informado la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca en sus comunicados.

Asprocan ha demandado que se aseguren los ingresos con fondos comunitarios hasta 2027, que se termine la valoración de las propiedades para fijar la reordenación y recuperación de los terrenos y que se establezca un plan de ordenamiento, reparcelación y ejecución de obras para la recuperación de los cultivos perdidos en la zona de costa del Valle de Aridane y no perder ni una hectárea. En una intervención en el Parlamento de Canarias el pasado mes de septiembre durante la comisión de reconstrucción de la Isla, Domingo Martín, presidente de Asprocan, consideró que las ayudas que se han recibido entran en lo “razonable”, también defendió implantar nuevos cultivos a modo de terrazas para aprovechar mejor la superficie o cambiar la gestión del agua. Y vaticinó que en menos de dos años la producción de plátano en La Palma estará recuperada en un 90%. 

Un cultivo subvencionado y protegido

Canarias es la principal zona de producción de plátano de Europa. Cuenta con casi 8.000 hectáreas y ronda las 420.000 toneladas al año. El subsector es el máximo exportador de las Islas, acumulando el 80% del volumen envíos de productos frescos. A pesar de ser un territorio reducido y fragmentado como el archipiélago canario, esto es posible por las ayudas y protecciones de la Unión Europea. El plátano canario está reconocido con la Indicación Geográfica Protegida, algo que no tiene ningún otro producto. Y recibe directamente de la UE cada año 141 millones de euros, más del doble de las compensaciones establecidas en el Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrícolas (Posei) de Canarias, además de 10 millones de euros anuales en ayuda directa estatal al transporte. 

Los fondos del POSEI se reparten en función de los kilos producidos: a mayor cantidad, más dinero. En 2020, unos 410 beneficiarios que generaron más de 200.000 kilos anuales recibieron 74,5 millones de euros; los 1.676 productores que cosecharon entre 200.000 y 40.000 kilos, obtuvieron 44,5 millones y el grueso, 4.841 solicitantes con menos de 40.000 kilos, accedieron a 21,8 millones. Es decir, el 6% de los solicitantes cobró más de la mitad de las compensaciones del POSEI y el resto se repartió entre los que menos plantaciones tienen. 

Además, Asprocan consiguió la excepción del plátano canario en la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, en concreto, un apartado que fijaba que ningún producto se podía vender por debajo del coste de producción. Una disposición adicional aprobada en el Senado reconoció las singularidades del producto y permitió dar al subsector flexibilidad para competir con la banana. La patronal ha reiterado que la banana cuenta con unos márgenes muy reducidos, e incluso a pérdidas, mientras que la distribución aplica unos mucho mayores para el plátano.

Todos los partidos de las Islas respaldaron esta medida, excepto Sí Podemos Canarias, que criticó la venta a perdidas. De hecho, durante la comisión de reconstrucción de la La Palma celebrada en septiembre, esta formación solicitó la comparecencia en el Parlamento de Canarias del economista Pedro Álvarez, quien defendió la sustitución progresiva del plátano como primer cultivo en la Isla Bonita.

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