Ángela Merkel acecha a Pedro Sánchez

Cuando Pedro Sánchez está a punto de ser recibido por Felipe Borbón, y posiblemente le encargue a través del presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, formar gobierno, Crhistine Lagarde (FMI), Mario Draghi (BCE) y Jean Paul Juncker (CE), están muy atentos a lo que ocurre en Hezpaña. Pero quién vigila de cerca a Pedro Sánchez es Ángela Merkel, que a su preocupación en la bajada de las encuestas para las elecciones de 2017 en Alemania, une a la otra más inmediata de una España progresista que complete un cuarteto de la Europa del Sur, Grecia, Italia, España y Portugal, díscolos con las directrices de la antigua troika, ahora las instituciones tales y cuales. Hay prisa en la Europa de los mercaderes, la de los mercados que se dice ahora del capitalismo salvaje, de que Hezpaña siga controlada por el Partido Popular para poner en marcha un nuevo recorte de 9.000 millones de euros (nueve mil) que pondría ya a la educación, sanidad y asistencia social públicas, sin tizas para las pizarras de las escuelas, ni algodones para las clínicas, ni pañales para nuestros ancianos. No les cuento nada en el sector del empleo, con una nueva profunda crisis y con contratos precarios de cuatro horas para trabajar diez, y si no te gusta te vas a la calle que están esperando diez o quince para  ocupar tu puesto.

El panorama actual es que Mariano Rajoy  está constantemente tirando balones a corner, y Pedro Sánchez sigue ganando tiempo en sus dudas con el Comité Federal del PSOE, mirando a todos lados y también a su espalda, como describió muy bien su compañero el catalán Miquel Iceta. Enfrente Podemos tiene que seguir presionando a Sánchez, pero al mismo tiempo movilizando al pueblo en la calle, porque hará falta una organización fuerte ciudadana desde un gobierno de progreso, o desde la oposición. Y también en el supuesto de nuevas elecciones generales, el esfuerzo de los círculos, de los barrios, tiene que ser masivo sino se quiere perder la posibilidad del “sorpasso”, del adelantamiento al PSOE. Incluso en el peor de los cálculos, perder diputados de los 69 que hay ahora.

Ahora mismo la situación es expectante. Pero el PSOE sigue teniendo la carta de la abstención para que gobierne el Partido Popular, y las presiones de Ángela Merkel, Felipe González, el Grupo PRISA, IBEX 35, la Casa Real, Iglesia Católica, y demás poderes fácticos son muy fuertes en ese sentido. Los editoriales de “El País”, mas escorado a la derecha que nunca, son terroríficos, metiendo miedo a Sánchez y al pueblo. Ahora Juan Luis Cebrián ha cambiado el disco de la Gran Coalición entre el PP y el PSOE, por otro plan más sutil, el de un Gobierno estable formado por el Partido Popular y Ciudadanos, con la abstención del PSOE, al comprobar con encuestas incluidas de su amigo Toharia que las bases socialistas no permitirían nunca un gobierno PPSOE. Lo peor de toda esta situación de la Hezpaña actual es que nadie sabe qué hacer, ni siquiera expertos constitucionalistas, de seguir el impasse de que ningún candidato asuma la primera sesión de investidura. Podría darse el caso de que el gobierno actual de Rajoy durase cuatro años, superando a Bélgica, a Italia y otros países, es decir, Hezpaña ganaría la champions de los gobiernos en funciones. Mientras Ángela Merkel vigila a Pedro Sánchez, como en 1977 Willy Brandt vigiló y apadrinó a Felipe González. Pronóstico: de momento me abstengo.