ATIpico desequilibrio

Cada vez que hemos salido a la opinión pública rechazando un desequilibrio lo hemos hecho de forma rigurosa y documentada. Lo hicimos así cuando desde los presupuestos en las distintas áreas se beneficiaba sólo a un territorio en perjuicio de los otros seis. Como ocurrió en los transportes con la millonaria financiación del tranvía Santa Cruz-Laguna o el saneamiento por el Gobierno de TITSA, las guaguas de Tenerife, antes de entregarla a su Cabildo. Mientras esas regalías se producían, se impedían mejoras en el transporte colectivo de viajeros en el conjunto de las islas; o no se abordaban objetivos tan relevantes como el billete único entre las islas, que beneficiarían a ciudadanos y ciudadanas de las siete islas.

Y ahora pretenden hacer lo mismo con el proyectado tren que unirá Santa Cruz con el sur de la isla y que está presupuestado en más de 900 millones de euros (150.000 millones de las antiguas pesetas), pero sin que se defina quién va a correr con los elevados costes que supondrá su puesta en funcionamiento.

Lo hicimos, también, cuando desvelamos actuaciones que afectaban a la organización departamental del Gobierno de Canarias, procediendo el Ejecutivo al desmantelamiento de estructuras en una isla, Gran Canaria, para trasladarlas a otra, Tenerife, con ejemplos como los de SOCAEM, Saturno o la Consejería de Turismo.

Ahora, un reciente informe de la intervención General del Gobierno de Canarias sobre las estructuras de funcionarios y personal laboral de la administración de la Comunidad confirma de manera nítida y rotunda lo que Nueva Canarias viene denunciando desde hace años, que nos encontramos en un grave proceso de desequilibrio claro a favor de Tenerife en materia de la estructura de poder institucional de nuestra Comunidad. Y que este no es casual sino planificado.

Un informe que se ha filtrado a los medios de comunicación de Canarias en contra de la voluntad del Gobierno, que pretendía ocultar a los ciudadanos y ciudadanas de las Islas está verdad incómoda plagada de desequilibrios y de las que ATI-CC es la principal responsable. Ahora han iniciado una auténtica caza de brujas para tratar de localizar al autor de la filtración, que lo que ha hecho es dar a conocer una situación tan real como lamentable. Pero el Ejecutivo de CC-PP prefiere hurtar esa información a la ciudadanía.

El referido informe deja muy claro que no sólo hay desequilibrio global entre ambas capitales, sino que incluso los departamentos que por aplicación de la Ley de Sedes corresponden a Las Palmas de Gran Canaria tienen más personal en Santa Cruz de Tenerife que en la capital grancanaria, lo que supone una auténtica desfachatez y una agresión intolerable que quiebra la confianza entre los canarios. Así, las consejerías de Sanidad y de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, departamentos con sede establecida en Gran Canaria, también disponen de muchos más trabajadores en Tenerife. Por supuesto que el caso no se da nunca al revés.

Como también hemos señalado, estamos completamente convencidos de que esto no es sino la punta del iceberg de lo que seguro está detrás. Los datos del desequilibrio serán aún más espectaculares una vez que se analicen las estructuras de organismos autónomos, empresas públicas, consorcios, etcétera. No cejaremos en nuestra exigencia a este Gobierno de ATI-CC y del PP de que ofrezca a la opinión pública los datos reales de todas las estructuras gubernamentales. Trabajaremos para que en esta legislatura este Ejecutivo conservador se comprometa a equilibrar entre las dos capitales, de forma exquisita, la estructura de funcionarios y personal laboral, no sólo de la administración sino de las empresas públicas, consorcios, organismos autónomos, universidades, etcétera.

Vamos a estar atentos para denunciar estos desequilibrios que en nada contribuyen al proyecto común de Canarias. Lo hacemos desde el convencimiento de que la actual formulación sólo genera desconfianza y alimenta los insularismos radicales. Creemos en Canarias, en una Canarias equilibrada y solidaria, sin hegemonismos de ningún tipo. Y nos preocupa mucho el silencio que ante esta situación mantienen PP y PSOE, que no se atreven a denunciar estas vulneraciones de la ley que, además, fomentan la confrontación y el insularismo más radical.

Y vamos a continuar exigiendo, asimismo, el equilibrio en la estructura institucional del Archipiélago. No es de recibo que el Parlamento tenga sede estable en Santa Cruz de Tenerife y la Presidencia del Gobierno de Canarias se alterne cada legislatura entre las dos capitales canarias, lo que lleva a la situación cada cuatro años de que ambas instituciones estén en Tenerife, mientras Gran Canaria no cuenta con ninguna. O el Parlamento alterna también (y dispone, además, de sedes en cada una de las islas) o se establece Presidencia sólo en Las Palmas de Gran Canaria.

Se trata de cambiar la actual situación y romper, definitivamente, con estos ATIpicos desequilibrios que tanto dañan a la unidad de Canarias.

(*) Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias.

Román Rodríguez (*)