Ciudad Real de Las Palmas

Es de hecho que los tomos que lanzará, el ahora editado, y el segundo, incrementado, al conocimiento y lectura de nuestra Ciudad, y ambos tienen la vitola de muy notable y meritoria labor de investigación histórica que singularizan la personalidad de los trabajos precedentes de Herrera Piqué: La ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su urbanización; Las Palmas de Gran Canaria; Las islas Canarias, escala científica en el Atlántico; El nacimiento de una ciudad, y otros de mucha valía. Todos elaborados con unos concienzudos estudios históricos que, de siempre, ha escudriñado el erudito ensayista. Y no hay quien le eclipse en estos parámetros históricos u actuales sobre nuestra urbe, al cual solo le mueve en esta tarea la pasional investigación por descubrir y aportar datos y pruebas fehacientes a la historia, como las que suma en este libro sobre la vetusta capital grancanaria: su historia y patrimonio.

Altruismo sin réditos crematísticos es el que practica este druida de las letras en la dedicación de tantas horas de investigación y maltrechos pecuniarios para obtener un buscado dato y agraciar los orígenes de la Ciudad. Aportaciones históricas que para tantos, por infortunio e invidencia, no saben apreciar ni mínimamente deleitarse con la urbe que los vio nacer y les impregnó una razón cultural, sobre todo en los que ostentan la política de turno, para mayor vergüenza. Pero sí se resarce el autor con ese afecto a su Ciudad natalicia, de hijo bien nacido; y colma las cálidas pasiones inmanentes con la complacencia que se experimenta al escudriñar el pasado de la añeja Ciudad Real de Las Palmas, y la de ahora en que vivimos.

El primer tomo se compone de tres apartados: Ciudad Fundacional; Ciudad Colonial y Apéndice Documental. Obra de tantos años de estoica dedicación al estudio de la urbe grancanaria con la debida exactitud documentada.

La Ciudad Real de Las Palmas fue la primera fundada por la Corona de Castilla en el Atlántico (y personalmente aportaría: la primera ciudad de todo el Océano, mar adentro). Y para corroborar tal tesis aporta un valioso documento que se custodia en los Archivos Históricos de Simancas, con el cual la Reina Isabel I de Castilla, el 13 de mayo de 1478, otorga el título de Fundación de Ciudad Real de Las Palmas; Otro del Fuero y Privilegio Real de Canaria; y el título de Noble a la Ciudad Real de Las Palmas.

Esta presente y filantrópica labor hará que conozcamos aún más a nuestra histórica Ciudad, porque una urbe sin su historia pierde las raíces y el embrión para identificar a una ciudad en sus orígenes, devenir y cultura, basándose todos en su remoto pasado. Es Herrera Piqué el artífice, mentor y promotor que también ha llevado a cabo, el ilustre historiador, para que a la Ciudad Real de Las Palmas, en sus barrios primigenios de Vegueta y Triana, ostenten el plausible galardón de llamarse Patrimonio de la Humanidad, según los estudios y proyectos presentados por el estudioso autor, y que ha cumplido en su presentación los Valores excepcionales de trascendencia Universal, para que le otorgue la Unesco el preciado y merecido título. Que será un agraciado Premio a su Historia y Conservación, para lo cual debe ser exquisitamente respetada y devotamente mimada y remozada, como patrimonio de todos.

Teo Mesa