Espacio de opinión de Canarias Ahora
Consorcio urbanístico de San Bartolomé
Nadie puede negar lo importante que el turismo ha sido para esta tierra, sin que ello signifique no reconocer errores que con toda seguridad se han cometido en estas cuatro décadas. Pero el balance es, sin duda, netamente positivo. Y se trata ahora de aprender del camino recorrido para lograr que el turismo siga siendo esa locomotora que tira de nuestra economía, sabiendo adaptarse a las nuevas demandas, mejorando la calidad de nuestra planta alojativa y diversificando nuestra oferta de ocio. E interviniendo, asimismo, en las ciudades turísticas.
En ese marco se inscribe la puesta en marcha del Consorcio Urbanístico de San Bartolomé de Tirajana, una trascendente oportunidad para ese municipio, para Gran Canaria y Canarias, que estos días el Cabildo de Gran Canaria ha presentado coincidiendo con la visita de Joan Clos, ministro de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno español.
Directrices
El concepto de Consorcio viene ya recogido en las directrices de ordenación general y del turismo de Canarias, aprobadas por unanimidad del Parlamento en el año 2003. En las mismas se señala que el Gobierno de Canarias formulará un programa “para el desarrollo de una serie de actuaciones de rehabilitación urbana, de carácter ejemplar, en concertación con las administraciones insulares y locales, en diferentes zonas turísticas, elegidas en función de su mayor potencial de impulso sobre la renovación edificatoria y la recuperación de espacios turísticos emblemáticos del archipiélago”.
El problema es que el Gobierno de Canarias y los partidos que han formado parte de él o le han dado apoyo parlamentario (ATI-CC, PP y el PSOE, este último en buena parte de la pasada legislatura) se ha caracterizado por su inacción, incumpliendo con lo establecido en las directrices. Así ocurre con las medidas de apoyo a la rehabilitación turística, que tenían que haber sido puestas en marcha en abril de 2004. Canarias ha perdido cuatro años, por la irresponsabilidad de sus gobernantes, en abordar con rigor los problemas de su principal sector económico, retrasando la toma de decisiones encaminadas a posibilitar la mejora de la planta alojativa y la transformación positiva de las ciudades turísticas. Quien tenía que hacer los deberes no los hizo. Y por eso el Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con el Estado, ha sido el impulsor del Consorcio.
En el texto de las directrices, y en un anexo específico, se determinaban áreas de rehabilitación urbana dentro de los núcleos de Puerto del Carmen, Corralejo, Morro Jable, San Agustín, Playa del Inglés, Puerto de la Cruz y Los Cristianos, añadiendo que el planeamiento insular y general podría señalar otras. Apuntaban, asimismo, que “la rehabilitación urbana constituye un objetivo indispensable de la actuación en la renovación y cualificación de la planta y el espacio turísticos, y que se trata de un objetivo complejo, dilatado y costoso. Por tanto, la intervención de las administraciones públicas ha de comportar el efectivo desarrollo de programas de actuación, con medios y dotación presupuestaria suficientes”.
Por eso, desde Nueva Canarias tomamos iniciativas en el Congreso de los Diputados para tratar de modificar sustancialmente esta situación. Presentamos, en primer lugar, una interpelación al ministro Clos en el Congreso, de la que nació una moción aprobada por todos los grupos de la Cámara y que implicaba al Estado en la tarea de renovación urbanística de nuestras ciudades turísticas, apostando inicialmente por desarrollar la experiencia piloto en San Bartolomé de Tirajana.
Enmienda a PGE
Una moción que tuvo su continuidad en las enmiendas que presenté a los Presupuestos Generales del Estado para este año, una de las cuales permitió comprometer al Gobierno central en la constitución del Consorcio Urbanístico de San Bartolomé, con una aportación de dos millones de euros. Un proyecto piloto que comenzará a aplicarse, por tanto, en San Agustín y Playa del Inglés. Ahora nos encontramos en la fase de establecimiento de acuerdos entre las cuatro administraciones implicadas: Gobierno español, Gobierno canario, Cabildo de Gran Canaria y Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
Tres son las grandes tareas en este proceso: consenso sobre la intervención a llevar a cabo y captación de recursos públicos para la misma; implicación de la iniciativa privada en la renovación de la planta antigua (marco jurídico administrativo que lo facilite); y desbloqueo de determinados elementos del planeamiento para posibilitar que esa intervención pueda efectuarse con éxito.
Se trata de romper la grave parálisis de los últimos años, y acabar con la inacción de las administraciones públicas en relación a la actividad económica del turismo. Actuando para recuperar la competitividad del sector turístico. Interviniendo sobre las zonas ya consolidadas, evitando más consumo de territorio, y generando al tiempo actividad económica productiva. Se trata, en definitiva, de pasar de las palabras a los hechos para que el turismo siga repercutiendo positivamente sobre la calidad de vida de los hombres y las mujeres de esta tierra. Además de abrir el camino para que se reproduzcan experiencias similares en otras zonas de Canarias. El Consorcio Urbanístico de San Bartolomé es un importantísimo primer paso en esa línea de un turismo sostenible y con futuro.
* Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias.
Román RodrÃguez *
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0