Espacio de opinión de Canarias Ahora
Consumo ocasional de cocaína
Anda estos días la Villa y Corte más que revuelta por las reacciones a la portada de la revista “Época”: la Infanta Elena va a alegar en su separación, divorcio o finalmente nulidad matrimonial ?pues va recurrir al Papa Benedicto XVI para pontificar con indulgencia que no hubo consumación matrimonial entre los padres de Felipe Froilán y Victoria Eugenia? que su ex pareja realizaba “consumo ocasional de cocaína”. Las intimidades de una ruptura matrimonial casi siempre suelen ser pasionales y sórdidas, sacan lo peor que los seres humanos llevamos dentro. En este afamado y real caso, sí encajaron los malos augurios que los pitonisos realizaron al conocerse el enlace entre el hijo de la Condesa de Ripalda, al que vimos ya talludito y casado en patinete eléctrico surcando la calle Serrano de Madrid con una legión de guardaespaldas corriendo a su vera, y la primogénita de la Casa de Borbón, a la que una futura Constitución más puramente democrática que ésta otorgaría el trono ?la actual margina a las mujeres? independientemente de su coeficiente mental, su aptitud o sus notas académicas. Paradójicamente, de las Monarquías, esto es lo que parece atraer más al pueblo: su carácter obscenamente mundano, y no la rigurosa impostura burocrática de una República. “¿Que es un rey?” se pregunta el poeta Leopoldo María Panero: “es el sueño de un hombre, de un hombre entero, de aquello que solamente se realiza, en el desfile. El burgués, por el contrario, no es un hombre entero, por cuánto finge y no es expresión total de sí mismo, al contrario que el rey, a quien los hombres imitan”. Hay que ser rey de sí mismo o, en el peor de los casos, al menos monarca de tu casa, compartiendo el poder con la reina, adorando y educando a tus príncipes y princesas, lejos de las miradas indiscretas pero con la complicidad de condes, marqueses y duquesas (amistades y vecinos).
Ha sido “Época”, la revista que dirige Carlos Dávila, extremoso periodista conservador ?más bien requeté? y desde hace muchos años colega del Congreso, quien a fe y golpe de valor y exclusivas va a levantar la moral ?y la tirada? de la tropa ultramontana ?ni siquiera tienen web? atreviéndose a desvelar secretos de familia entre los integrantes de la Casa Real. Pienso, por contra, que esa portada acerca a nuestra Casa Real a las esferas más mundanas y callejeras de la España de hoy, como las nobles casas de Mónaco o Inglaterra lo están ya desde hace tiempo. Sólo los pacatos, los timoratos y los hipócritas se escandalizarán por el “consumo ocasional de cocaína” como los alarmistas, los populistas y los amarillos de corazón y entrañas pusieron el grito en el cielo con los informes de Bill McGuire. ¿Estallará la geología del archipiélago antes o después que las narices de don Jaime de Marichalar? Lo hará, sin duda alguna, pero quizás nuestra estúpida curiosidad y generosa tontuna se mueran antes sin ni siquiera atisbar a verlo.
Federico Utrera
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0