La hora de Cardona

El lunes pasado a más de un funcionario municipal lo cogió Cardona desprevenido a través del decreto emitido por Cabrera. El revuelo que se montó fue de aúpa, y una amiga con dos hijos y con los abuelos mayores que no están para muchos trotes con los nietos, me decía con un cabreo morrocotudo que “ya por aquí se habla de la hora de Cardona, estoy que me subo por las paredes, me enteré el lunes que salíamos a las tres a primera hora de la mañana, cuando entré a trabajar, y ya con todo previsto para ir a recoger a mis hijos a las dos y cuarto de la tarde, como estoy un poco apretada de dinero no los puse en el comedor, pero claro, los niños no van a estar sin comer hasta las tres y media, total que el lunes tenía ganas de comerme al alcalde, la hora que nos va a poner de más todo el verano no va a resultar nada práctico, y desde luego le puedo asegurar que poco se va a trabajar en la hora de Cardona, en mi caso que no voy a poder pagar el comedor de la guardería, ni cursos de verano o alargar las horas de guardería, voy a estar llamando cada diez minutos a mi suegra, que se va a quedar con los dos niños, y una hora más para una persona mayor aguantando a las dos fieras, pues ya se puede suponer. Nada, que la hora de Cardona va a traer cola”. Lo peor de todo es que ni Gobierno Canario, Cabildo y otros ayuntamientos de la ínsula, van ampliar la jornada veraniega, y eso produce más enfado en el Ayuntamiento capitalino.

Los sindicatos andan que se suben por las paredes con toda la razón del mundo, primero por la nocturnidad y alevosía de la comunicación a los trabajadores del cambio de horario de verano, y segundo, tercero y enésimo, porque no se entabló la más mínima negociación con los funcionarios, aunque sólo fuese por aparentar. José Manuel Rodríguez, presidente del Comité de Empresa del Ayuntamiento, manifestaba su asombro en la mañana de lunes en el programa “Tiempos Modernos” de Canariasahora Radio, resaltando que hasta ahora había sido Juan José Cardona el único que ha aplicado la nueva ley de los Presupuestos Generales del Estado que elimina los horarios veraniegos, entre otras muchas conquistas de los trabajadores, y además resaltaba el dirigente sindical la diferencia de trato del Cabildo Insular de Gran Canaria, con una expresión muy gráfica “con el mismo partido político, del desprecio a la elegancia”. Está visto que a Cardona con el “caso Canódromo” se le han subido los galgos a la cabeza. Espero que no empiece a fumar por lo de “La Favorita”.