Kissinger cumple 100 años: ¿Medallas, sangre y honores o criminales de guerra?

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La ciudad natal de Kissinger, Fürth, celebró este 20 del mes de junio una ceremonia conmemorativa del centenario de su nacimiento. Tuvo lugar a las 17.00 horas en el teatro municipal. El primer ministro bávaro, el conservador democristiano, Markus Söder, pronunció un discurso. Entre otros, el expresidente democristiano del Bundestag Wolfgang Schäuble también felicitó a Kissinger por su cumpleaños.

En un mensaje de vídeo, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, habló de Kissinger como “uno de los forjadores más influyentes de la política mundial”. Todo el país -no sólo Fürth y Franconia- se alegra de la visita de Kissinger a su ciudad natal, dijo Steinmeier. Subrayó que este amor perdurable por la patria no era en absoluto evidente. Después de todo, la persecución criminal y las políticas de exterminio de la Alemania nazi habían llevado en su día a Kissinger a abandonar el país. No sabemos de qué amor a qué Patria habla Steimeier: ¿a Alemania o a los USA?      

El primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU), dijo: “Es un amigo especial de Alemania”, a pesar de que su familia judía fue víctima de los nazis. Söder parece impresionado por el estadista Henry Kissinger, “que consiguió ser casi más importante incluso después de su mandato que mientras estaba en el cargo, y se puede decir que, posteriormente, se han movido más en los últimos 60 años que la mayoría de los ministros de Asuntos Exteriores de todo el mundo”. Tras su discurso, Söder condecoró a Kissinger con la Orden de Maximiliano de Baviera, la más alta distinción del Estado de Baviera.

El 27 de mayo Kissinger cumplió 100 años. Nadie de los políticos vivos tiene más experiencia en asuntos internacionales, tanto como estudioso de la diplomacia del siglo XIX, como también de asesor de seguridad nacional y secretario de Estado de Estados Unidos. Durante los últimos 46 años ha sido asesor y emisario de monarcas, presidentes y primeros ministros. Kissinger está preocupado por el conflicto chino-americano. “Ambas partes se han convencido de que la otra representa un peligro estratégico”, afirma. “Vamos camino de una confrontación entre grandes potencias”.

Y añade: en lugar de atrincherarse, Estados Unidos tendrá que reconocer que China tiene intereses. Un buen ejemplo es Ucrania. El presidente chino, Xi Jinping, se ha puesto en contacto recientemente con Volodymyr Zelensky, su homólogo ucraniano, por primera vez desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado. Muchos observadores han tachado la llamada de Xi de gesto vacío destinado a aplacar a los europeos, que se quejan de que China está demasiado cerca de Rusia. Por el contrario, Kissinger cree ver una declaración de intenciones seria que complicará la diplomacia en torno a la guerra, pero que también puede crear precisamente el tipo de oportunidad para construir la confianza mutua de las superpotencias.

En el periódico The Economist ha dicho: “la tarea ahora es poner fin a la guerra y no es preparar el terreno para la siguiente ronda de conflictos”. Kissinger dice que quiere que Rusia ceda la mayor parte posible del territorio que conquistó en 2014, pero la realidad es que en cualquier alto el fuego es probable que Rusia conserve Sebastopol (la ciudad más grande de Crimea y la principal base naval rusa en el Mar Negro), como mínimo. Un acuerdo de este tipo, en el que Rusia pierde algunas conquistas pero conserva otras, podría dejar tanto a una Rusia insatisfecha como a una Ucrania insatisfecha.

En su opinión, es una receta para futuros enfrentamientos. “Lo que dicen ahora los europeos es, en mi opinión, peligrosísimo”, afirma. “Porque los europeos están diciendo: ”No los queremos en la OTAN, porque son demasiado arriesgados. Y por lo tanto, les armaremos hasta los dientes y les daremos las armas más avanzadas’“. Kissinger conclusión es tajante: ”Ahora hemos armado a Ucrania hasta el punto de que será el país mejor armado y con los dirigentes menos experimentados estratégicamente de Europa“.

Nacimiento de Kissinger

Hace más de un siglo en la derrotada y humillada Alemania del 1923 nació un niño en una acomodada familia judía. Era el 27 de mayo en la ciudad de Fürth. Era Heinz Alfred Kissinger, que más tarde, al adquirir la nacionalidad estadounidense, se llamaría Henry A. Kissinger.

Cuando nace Kissinger está culminando el periodo de hiperinflación en la República de Weimar entre 1921 y 1923. La hiperinflación fue especialmente grave porque en ella se sucedieron situaciones tales como el aumento galopante de los precios, de los tipos de interés, grandes modificaciones del tipo de cambio y abandono de la moneda como unidad de intercambio.

Mapa de la Región de Franconia que fue asignada a Baviera por Napoleón Bonaparte durante su imperio. Se llama Franken a sus habitantes, traduciéndose por Francos. Los que allí nacen no tienen culpa de ser pequeños Francos desde su Nacimiento. Es cosa idiomática. Durante la hiperinflación Alemana el coste de vida se multiplicó por dos millones y todo esto condujo a Alemania hacia el colapso económico, llevando al país al límite de la bancarrota.

Muchos interesados por la Historia han podido leer anécdotas sobre la hiperinflación en Weimar con gente llevando dinero en carretillas para comprar comidas y de la mujer que retiraba dinero del banco en carretilla. El gobierno alemán imprimió cada vez más papel-moneda para afrontar sus gastos, y terminó generando una devaluación exponencial de la moneda. Hay otras fotos en que se ven alimentando estufas con billetes de dinero que resultaba más barato que leña o carbón.  

Recordemos que la megalomanía del acomplejado emperador alemán, Guillermo II, nacido con una deformación física, hizo que a diferencia de sus antepasados, Guillermo II (Wilhelm) no admitía límites a su Derecho Divino que le había colocado por mérito de sangre en el trono. Se veía a sí mismo no solo como Jefe de Estado, sino también como jefe de gobierno y su inmiscuirse en la formación o deformación de políticas llevó al monarca a una disputa con el anciano Bismarck. Después de dos años de tensión y conflicto, Bismarck, que a pesar de su edad todavía era considerado uno de los estadistas más competentes de Europa, se tuvo que retirar..

Los sucesores de Bismarck como Kanzler o canciller (Caprivi, Schillingsfürst y von Bülow) fueron elegidos a dedo por el Kaiser y adoptaron sumisamente políticas que se alineaban con los deseos del monarca, particularmente en relaciones exteriores y armamento y expansión militar.

La aceptación del supuesto Derecho Divino de las Monarquías como herederos del Poder sin más méritos que ser hijos de… dieron lugar a un consenso con el liderazgo descarado y la agenda imperialista y nacionalista de Wilhelm II abriendo el camino hacia la Primera Guerra Mundial.      

Germania 1914 y datos sobre la guerra

La guerra comenzó como un enfrentamiento entre el Imperio Austrohúngaro y Serbia, pero la Rusia de los Zares entró en el conflicto, pues se consideraba protectora de todos los países eslávicos. Tras la declaración de guerra del imperio de Austro-Hungría a Rusia el 1 de Agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Finalmente se convertió en una Guerra Mundial en la que participaron 32 países, 28 de ellos se llamaron «Aliados», y entre ellos se encontraban Francia, los Imperios Británico y Ruso, Canadá, Estados Unidos, así como Italia que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los Imperios Austrohúngaro, Alemán y Otomano (Turquía), acompañados por Bulgaria.

El detonante fue el atentado y asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de Junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip.

Tras el inicio de la guerra, y dada la corrupción e ineptitud de los Zares de Rusia, además del descontento político y de las penurias económicas se producen las revoluciones rusas que desembocarían en la Revolución soviética dirigida por Lenin.

Inflación, paro y consentimiento británico-francés

La guerra y la crisis económica condujeron a una situación catastrófica al pueblo alemán. Ya en 27 de octubre de 1918 Alemania tuvo que aceptar las negociaciones de paz. Guillermo II abdicó mientras se extendía, casi paralela a la soviética, por toda Alemania una revolución proletaria que sería sofocada con colaboración de las bandas militares derechistas y la derecha socialdemocrata llegada al gobierno.

En Europa se prepara la Conferencia de Versalles. En 1919 se reunieron en Versalles los representantes de los países vencedores para preparar el tratado definitivo de paz. Alemania firmó el Tratado de Versalles, por lo que quedaba obligada a reducir drásticamente su ejército y armamento y a pagar fuertes sanciones económicas como reparación por los daños causados a los aliados durante la guerra. Además, Alemania fue expoliada de su Imperio colonial y numerosos territorios en Europa.

De aquellas aguas estos lodos. Y cuando más tarde los nazis y las derechas revanchistas alemanas cobran importancia y poder, los políticos de las oligarquías británica y francesa cerraron los ojos al peligros del nazismo, esperando que -como Hitler predicaba en sus discursos- los nazis atacarían primero a la Unión Soviética.No fue así.

Racismo ario y crímenes racistas

A partir de su toma del poder Hitler y sus secuaces empiezan a perseguir a judios, gitanos, comunistas, socialistas, homosexuales y a otras minorías.

La atmósfera se hizo insoportable en Alemania

Como muchas otras familias judio-alemanas ya en 1938, la familia Kissinger había huido de la persecución nazi en Alemania. Entonces Henriy Kissinger tenía 15 años y creció en Nueva York. Hizo carrera en Estados Unidos y ascendió hasta convertirse en un político de primera fila. En 1969, el Presidente republicano Richard Nixon le llevó a la Casa Blanca como asesor de seguridad. Más tarde fue nombrado Secretario de Estado. Abandonó la escena política tras la llegada al poder del Presidente demócrata Jimmy Carter en 1977.         

¿Kissinger criminal de guerra?

Pero mientras por lado accidental u occidental se le condecora y alaba por sus intervenciones, por otro lado se le critica e insulta como “criminal de guerra”.

El fallecido Christopher Hitchens, según algunos, se pasó de la raya en sus juicios sobre Kissinger. El anticomunismo de Kissinger era evidente y fuerte, pero nada nuevo. Trató de impedir la elección de Allende como presidente de Chile. Además, un golpe de estado y un plan para secuestrar al general Schneider fue bien considerado en Washington por la CIA. Pero no hay pruebas de que el propio Kissinger ordenara el asesinato de Schneider. Sin embargo, algunas cosas permanecen en la oscuridad porque el propio Kissinger no hace públicos sus archivos. Sólo en lo que respecta a Vietnam, Kissinger examinó autocríticamente la política estadounidense en sus memorias.

Hitchens sugiere que Kissinger fue el único responsable, pero el Presidente de Estados Unidos estaba a cargo de la política exterior estadounidense. Kissinger, como consejero de seguridad nacional y como secretario de Estado, era una solo una parte, aunque central, de la elaboración de la política exterior y del proceso de toma de decisiones. Las afirmaciones de Hitchens sobre la responsabilidad de Kissinger con respecto a Chipre y Bangladesh tampoco cuentan con evidencias. Claro que es extremadamente difícil obtener tales informaciones ultrasecretas americanas. Kissinger apreciaba a Yahya Khan como intermediario en política exterior frente a China, esto por sí solo no parece prueba de que Kissinger aprobara la invasión pakistaní de Bangladesh. 

¿Una mente maestra diabólica?

La caracterización de Kissinger como una “mente maestra” diabólica parece, por tanto, para los pro-occidentales fuera de lugar. Pero la cosa empeora: “Kissinger sabe lo que otros sólo sospechan”, dijo Hitchens, que admite que se basa en suposiciones y sugiere que no es él quien tendría que aportar las pruebas sino Kissinger quien tendría que aportar contrapruebas para no ser condenado como criminal de guerra.

Esto es para unos difamación, para otros destapar el cubo de basura. Faltan las pruebas. Las insinuaciones y acusaciones suelen tener vuelos diferentes, cortos o de larga distancia. Pero eso es, por desgracia, nacional e internacionalmente lo que se usa hoy en día contra Putin, contra el Presidente Sánchez o contra Podemos. Hitchens no tenía en cuenta la política exterior, los contextos históricos y las constelaciones políticas mundiales, y tampoco interés por la política exterior de Henry Kissinger en su conjunto. Tampoco le preocupaba el contexto general de EE.UU. en la Guerra Fría, ni las cuestiones del sentido y el sinsentido del anticomunismo o la teoría del dominó. Mientras unos alababan y siguen alabando a Kissinger, parece evidente que a Hichtchens le interesaba la culpabilización de Kissinger.

El libro de Hitchens no se convirtió en un modelo para el análisis de la política exterior estadounidense y sus principales representantes, pero no debería sorprendernos si lo fuera hoy en día en que sigue creciendo la avidez sensacionalista. Los acontecimientos y las consecuencias tras el 11 de septiembre del 2001 en EE.UU. muestran que los asesinos fanáticos se apoyan en discursos de odio de todo tipo con la “buena fe” de que sus atentados terroristas sólo han servido a la justicia mundial. Pero igualmente por el lado de los Bush, Aznar, Toni Blair y otros occidentalistas es difícil imaginar mayor grado de impune mentira e irresponsabilidad.

Kissinger: ¿ favorito de las dictaduras latinoamericanas?

El 11 de septiembre de 1973, las fuerzas militares impulsadas y financiadas por Estados Unidos bajo el mando del general Augusto Pinochet derrocaron al gobierno chileno democráticamente elegido del presidente Salvador Allende. Los militares masacraron a miles de personas de izquierdas y comunistas con el aplauso abierto de empresas multinacionales como ITT y Hoechst. Es difícil de olvidar las imágenes de los estadios de fútbol chilenos convertidos en campos de miles de prisioneros. Dos años antes, en 1971, el general de derechas Hugo Banzer se enfrentó a un gobierno militar de izquierdas en Bolivia e instauró una sangrienta dictadura. Este régimen también se hizo conocido por la presencia activa de antiguos criminales nazis, como el posteriormente extraditado a Francia del Carnicero de Lyon, Klaus Barbie. No se puede negar la participación del gobierno estadounidense ni se puede ignorar que entonces el asesor de seguridad Henry Kissinger estaba en las oficinas donde todo se planeó activamente.

¿Kissinger, icono de los criminales de Guerra?

Incluso después de su salida de la política oficial en 1977, Kissinger siguió teniendo una influencia nada desdeñable en la política belicista de la administración Bush. (como recordó en el último homenaje el derechista bávaro Söder). También formó parte de varios grupos de reflexión, como el Defense Policy Board bajo la dirección de Richard Perle, el “arquitecto” de la guerra de Irak. Como asesor informal, se reunía con George W. Bush cada cuatro o seis semanas para hablar de las guerras actuales y futuras. En la campaña electoral para la presidencia estadounidense, fue partidario y asesor de John Mc Cain, el reaccionario oponente de Barack Obama.     

Según sus enemigos el rastro de sangre de Kissinger se extiende desde América Latina hasta Asia: Como casi ningún otro político, Kissinger ha defendido la agresiva política exterior de EEUU y los crímenes del imperialismo estadounidense.

  • Comenzó su carrera como asesor de la Oficina de Desarrollo de Armamento del Estado Mayor Conjunto de EEUU, donde trabajó de 1950 a 1960.
  • De 1969 a 1973, sirvió al entonces gobierno estadounidense como máximo asesor de seguridad nacional. Posteriormente fue Secretario de Estado de 1973 a 1977, primero bajo la administración Nixon hasta 1974, y después bajo la de Gerald Ford tras el “caso Watergate”.
  • En 1973, Kissinger, junto con la CIA, desempeñó un papel decisivo en el golpe militar de Chile con Pinochet y el asesinato del Presidente chileno Salvador Allende.  
  • Bajo la presidencia de Ford, autorizó la invasión de Timor Oriental por Indonesia (1975-76), que violó el derecho internacional y provocó el asesinato de 60.000 personas. - Y: Kissinger está considerado uno de los arquitectos de la guerra de Estados Unidos en Vietnam.

Le Duc Tho, miembro del Politburó norvietnamita, con Henry Kissinger, Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, durante las conversaciones de paz sobre la guerra de Vietnam, 1973. Ambos recibieron conjuntamente el Premio Nobel de la Paz ese año. Sólo Kissinger aceptó el premio. El dirigente vietnamita rechazó el Premio Nobel, posiblemente por no compartirlo con el hacedor de guerras y crímenes. En la ceremonia de entrega del Premio de la Paz, Kissinger fue presentado como “icono de la política exterior estadounidense”. El director de la conferencia, Wolfgang Ischinger, dejaba así de clara la verdadera posición de Kissinger. No era la Paz lo que buscaba sino preservar los intereses de la oligarquía americana.

Kissinger estuvo profundamente implicado en los bombardeos de Camboya y en mantenerlos en secreto para el Congreso y el público. Según un informe del Pentágono publicado en 1973, “Henry A. Kissinger aprobó cada uno de los 3.875 bombardeos de Camboya en 1969 y 1970”, así como “los métodos para mantenerlos fuera de los periódicos.”

Kissinger estuvo profundamente implicado en los bombardeos sobre Camboya y en mantenerlos en secreto para el Congreso y el público. Según un informe del Pentágono publicado en 1973, “Henry A. Kissinger aprobó cada uno de los 3.875 bombardeos de Camboya en 1969 y 1970”, así como “los métodos para mantenerlos fuera de los periódicos.” En la campaña electoral para la presidencia estadounidense, fue partidario y asesor de John Mc Cain, el reaccionario oponente de Barack Obama.    

¿Cómo evitar una nueva guerra mundial?

A finales de abril de este año 2023, el periódico The Economist entrevistó a Kissinger durante más de ocho horas sobre cómo evitar que la contienda entre China y Estados Unidos desemboque en una guerra.

Kissinger: “Creo que es posible crear un orden mundial sobre la base de reglas a las que podrían unirse Europa, China e India, y eso ya es una buena porción de la humanidad. Así que si nos fijamos en lo práctico, puede acabar bien o al menos puede acabar sin catástrofes y podemos progresar”. Esa es la tarea de los líderes de las superpotencias actuales. “Immanuel Kant dijo que la paz llegaría o a través del entendimiento humano o a través de una catástrofe”, explicó Kissinger. “Kant pensaba que se produciría a través de la razón, pero no podía garantizarlo. Eso es más o menos lo que yo pienso”.

Los líderes mundiales tienen una grave responsabilidad. Necesitan realismo para afrontar los peligros que se avecinan, visión para ver que la solución está en lograr un equilibrio entre las fuerzas de sus países y moderación para abstenerse de utilizar al máximo sus poderes ofensivos. “Se trata de un reto sin precedentes y de una gran oportunidad”, afirmó Kissinger. Ver una oportunidad es ser optimista, pero yo no estoy seguro de poder compartir tal optimismo si veo que los líderes mundiales son Biden, Zelensky, Putin y el candidato republicano Trump.

El futuro de la humanidad depende de que lo hagamos bien. En la citada entrevista pocas semanas antes de la celebración de su cumpleaños, Kissinger añadía con indudable veracidad: “No estaré aquí para verlo de ninguna de las maneras”.

El realismo a la hora de calcular lo que le queda de vida hace lógico que Kissinger diga que no podrá ver lo que vendrá, y algo parecido opino yo aunque no he pisado ni sé si llegaré a pisar los escalones de entrada en mi centenario. Dicen que tiempos pasados fueron mejores. Yo no lo creo. Esperemos poder hacer algo para que los tiempos futuros sean mejores.

En cualquier caso el centenario de Kissinger levanta recuerdos en una extraña mezcla de reflexiones agudas, baños de sangre y de aplausos imperiales.

Vietnam no ensombreció la carrera de Kissinger. “La ironía o vergüenza del legado de Kissinger fue recibir el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la guerra de Vietnam -una guerra que él no terminó y que perdieron los EE.UU. - y no lo obtuvo por un Oriente Medio en guerra que sí terminó”. “La guerra en la que fracasó (Vietnam) fue la guerra por la que fue reconocido con Premio Nobel”.

Quizás fue el suyo un Premio Nobel al fracaso.     

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