Espacio de opinión de Canarias Ahora
Never come back, Mr.W.
Lo trágico, es que como ciudadanos del mundo, las decisiones de EEUU nos afectan indirectamente a todas las naciones, bien en lo positivo como en las infaustas políticas. Somos un apéndice de la locomotora del tren americano, y éstos marcan los ritmos con los que hay que bailar, y las músicas a su antojo.
Este siniestro personaje, de vida frívola y señoritingo en su juventud, era el mismo que antes de ser eventual inquilino de la Casa Blanca, siendo gobernador de Tejas, ya tenía en su nigromante haber 800 reclusos que había pasado por la guadaña, con sus respectivas felonías mortíferas, condenados en las cárceles de su Estado. Su vida pública estuvo marcada como cainita de la humanidad en la muerte y la destrucción.
Por enfermizos intereses para su país negó sistemáticamente los perjuicios a la Tierra por los excesos de CO2, como consecuencia del cambio climático. Contaminando EE UU el 25% de las perniciosas emisiones de gases venenosos. Pocos meses antes de finalizar su tétrico mandato, se retracta y declara: que era otro embrollo con que jalonó su administración.
Obsesionado con la guerra que había comenzado su belicista papá en Irak, enquistó sucios embustes para justificar la injustificable guerra de Irak y Afganistán. Declinó irresponsablemente su gobierno a los maquiavélicos y apocalípticos Dick Cheney y Donald Rumsfeld, quienes exorcizaron la mentecatez del siniestro mequetrefe y dirigieron la política norteamericana desde las bambalinas del despacho oval a sus perversas ideas. Había que hacer caja en el negocio armamentista, por lo que necesitaban agotar las existencias bélicas. Estos hechos no han enfriado los pánicos de los agredidos árabes, bien al contrario, encolerizaron más a Al Qaeda y otras organizaciones, incrementado el número de camicaces terroristas.
Responsable directo de la hecatombe sobrevenida en las finanzas mundiales por el nulo control y el asalvajado libertinaje de los yuppis. Usó los recursos estatales para rescatar a los insaciables banqueros y la bolsa, que aún con el salvavidas lanzado al sistema financiero más potente del mundo, fue anegado por los mismos altos cargos del recelado capital en la despiadada política neoliberal.
El ex fue esclavo de su psicótica idea de defender la libertad, la que él entiende como su libertad. Vocablo que mencionó 25 veces en su despedida: “Mi objetivo es un mundo libre de la tiranía”, enfatizó. Qué mayor tiranía que la impuesta al mundo por su bárbara fuerza militar. Este sacrílego del evolucionismo, demonizando las tesis de Darwin, aseveró estar iluminado por Dios e implantó su creacionismo en las escuelas, (si Dios fuera así de estúpido y malvado, eligiendo a estos sanguinarios como sus pastores, seríamos consumados adeptos del ateísmo).
El ex genocida, o los de la trastienda del poder, no pueden irse de rositas, deben tener ante la humanidad una responsabilidad imperecedera y no quedar impunes sus confesas tragedias humanas, que no proscriban mientras vivan, por los daños causados a su país o a nivel mundializado. Y sean juzgados por el Tribunal de La Haya.
Haremos un conjuro, y pondremos velas al diablo, para que desde su bunquerizado nuevo rancho de Tejas no se le ocurra asomarse al postigo de la política por el bien de todos. Y practique su adicción preferida del delirium tremens por el deber cumplido en su demoniaco desafuero.
Teo Mesa
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