Dos pájaros de un tiro por Fernando Bruquetas

Digo esto porque la frase aludida de los dos pájaros sirve para definir la realización, lo que ha hecho Federico Utrera, pero no tiene nada que ver con el trasfondo que sugiere. Quede esto claro, porque la labor realizada en Cordel de Extraviados y en Viola on video son fruto de un trabajo concienzudo, meditado, tranquilo y metódico, que le ha permitido a su autor entregarnos las mejores páginas de opinión literaria que hemos leído alguna vez en los periódicos canarios.

En Cordel de Extraviados se recogen momentos de altísima calidad lírica y literaria, que en su momento llegaron a asombrar a los más entendidos, creyendo que Utrera era uno más del gremio? hasta el extremo de que el rotativo en el que se publicaban consideró junto con sus lectores que esos artículos en los que semanalmente se hablaba de libros, poesía, pintura o cine, eran trabajos meticulosos, escritos con una gracia nueva y muy especial, que los convertía en opinión generalizada en muy buenos, pues en muchas ocasiones alcanzaban la excelencia, lo que ?por otro lado? no debía estar en consonancia con la visión editorial; porque fue evidente que en cuanto los artículos de Federico Utrera alcanzaron perfección y notoriedad, les llegó el momento de ser eclipsados por orden de la superioridad. Curioso?

Pero lo que puede parecer curioso para un lector profano, no es novedad para el nativo de estas nuestras ínsulas. Aquí solemos practicar una variante particular de la envidia, pagando el trabajo bien hecho con un silencio que en algunos casos se vuelve atronador, como sucedió con los artículos de Federico Utrera. Él no se arredró, como hizo Bill Viola en su momento, y continuó como el artista en su sosegado camino, labrándose un cambio que ha venido a culminar con su tesis doctoral y su trabajo en la docencia universitaria.

Comparto con Utrera la actividad académica desde hace un tiempo, y en ella creo que ambos hemos encontrado una cierta forma de realización personal, una buena forma de vida, libre, independiente, que nos permite disfrutar de un refugio que nos sostiene con los pies en la tierra y contribuyendo a mejorar el mundo con nuestra enseñanza y también ¿por qué no decirlo? con nuestro ejemplo.

Le deseo a Utrera que estos libros sean el comienzo de una nueva vida más placentera que favorezca su crecimiento personal y nos ayude -como siempre lo ha hecho- a los demás.

* Catedrático de Historia de la ULPGC

Fernando Bruquetas*