Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Por qué hay que votar al Senado?
Mucho es lo que se ha hablado del Senado, cámara polémica, olvidada y rechazada por la ciudadanía. Sin embargo; su posición ha resurgido con fuerza desde las últimas elecciones del 20D, tras la aparición de los partidos emergentes.
Pero, ¿qué representa el Senado?, ¿cuáles son realmente sus funciones? y ¿por qué produce tanto rechazo en la ciudadanía?.
Nuestro Parlamento es bicameral pero no radica ahí realmente el problema, ya que las democracias más avanzadas están formadas por dos cámaras. La controversia de esta cámara surge por su anonimato, su inoperancia y un coste que los ciudadanos no comprenden.
¿Herramienta innecesaria o mal usada?
Vivimos en un país plural, donde cada territorio es singular y sus necesidades son diferentes. Necesitamos una cámara donde todas esas particularidades se puedan trasladar y que al mismo tiempo sirva de puente de comunicación para el buen entendimiento entre los distintos territorios y de éstos con el Estado. Es muy posible que si esta cámara hubiese cumplido su función real de representación territorial, muchas de las cuestiones planteadas por los distintos territorios no hubiesen generado la confrontación actual existente.
Por lo tanto, sí es una herramienta útil, pero está mal utilizada. En los últimos años, como un retiro dorado para algunos partidos políticos, sin que ejerza una función clara de representación territorial.
Entonces… ¿por qué hay que votar al Senado?
Porque ahora más que nunca cobra especial relevancia por varias cuestiones. Sin duda alguna para su modificación; en su composición, elección y funciones. No son necesarios tantos senadores y senadoras para que los territorios estén representados. El sistema electoral es mayoritario y no proporcional, motivo por el cual en esta pasada legislatura el PP con tan sólo el 29% de los votos obtenía la mayoría absoluta del Senado y con ello el inmovilismo en esa cámara, cuyas comisiones ni siquiera fueron convocadas pese a estar constituidas. Y finalmente sus funciones, cámara de primera lectura en todas las cuestiones que afecten a los distintos territorios.
Esas modificaciones sólo se pueden realizar desde dentro, el Senado no va a desaparecer simplemente por no votar o hacerlo nulo.
Y lo más importante: los partidos alternantes de nuestra democracia, “se echan las manos a la cabeza” cuando hablamos de modificar la Constitución. Sin duda ha cumplido su función, pero nos merecemos una Ley al servicio de la ciudadanía, que evolucione al igual que lo hace nuestra sociedad y no al revés.
En esta campaña electoral hemos oído de forma constante como se llaman a sí mismos partidos constitucionalistas.
Es difícil asimilar ese concepto en boca de quiénes realmente si han fracturado nuestra Constitución, quiénes han olvidado el derecho a la vivienda, al trabajo, a una vida digna.
Quiénes sin inmutarse modificaron el artículo 135, anteponiendo el pago de la deuda a los derechos y necesidades de todos y todas.
De ahí la importancia de votar al Senado, porque cuestiones como la derogación de ese vergonzante artículo, o la creación de todas aquellas medidas encaminadas a lograr un país más justo pasan por modificar nuestra Constitución.
La modificación de la Constitución necesita de la mayoría tanto del Congreso como del Senado, de ahí su importancia en esta legislatura.
Así que no te dejes engañar, coge la papeleta sepia, marca tus dos senadores o senadoras y sé parte activa de estas decisiones.
Votando sí podemos decidir entre todos y todas que modelo de Senado queremos y lo más importante, qué futuro queremos construir.
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora