Espacio de opinión de Canarias Ahora
La razón del privilegio
La cuestión de “los actos democráticos” radica precisamente en la interpretación que se tiene de los valores sociales que los sustentan, es decir de la formación que tengamos sobre la realidad social, formación que sido condicionada por la experiencia vivida en entornos donde las personas se desarrollan como tales: la familia, la escuela, el grupo de iguales y consecuentemente el estatus , la cultura y la moral social que adquirimos, o se nos asigna mediante los roles que en muchas ocasiones mantenemos de por vida. Así ha sido y seguirá siendo; podemos decir, que forma parte de la naturaleza humana el prejuzgar en base a nuestras emociones y entendimientos, y ver las relaciones sociales y la política, no en base al razonamiento crítico, sino desde el nicho en el que nos encontramos.
Lo malo deviene cuando el prejuicio se institucionaliza en forma de privilegio ante la ley o la razón, que por cierto no siempre van de la mano, por lo que se pervierte la democracia que conocemos. Así, se llegan a generar situaciones en las que se empieza diciendo ¿sabe usted quién soy yo? y se termina con un conflicto entre la guardia civil y la policía nacional por ejemplo. En este sentido, muchas de las decisiones judiciales, de los planeamientos urbanísticos o de las políticas educativas se basan más en la razón del privilegio que en el privilegio de la razón .Democracia en vena, vamos.
Kiko GarcÃa
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0