Gracias Tamonante

Acaba de terminar recientemente la XXI escuela de verano de Canarias organizada por el MRP (movimiento de renovación pedagógica) Tamonante en el IES La Laboral, en la Laguna. Así, se recupera después de quince años un espacio (y un tiempo) de reflexión crítica sobre la educación y de formación alternativa, en una coyuntura en la que la sociedad necesita plantearse más que nunca, su papel ante el estado, un estado intervenido y dependiente no sólo por “los mercados” sino por la tendencia al relativismo ideológico que marca el paso hacia la sustitución de los valores que deben sustentar la acción educativa de la escuela pública y de la cohesión y el bienestar social.

La praxis basada en la transformación de la escuela mediante un proceso de reflexión e investigación, en la potenciación de la escuela pública como un agente de transformación social, en fomentar una escuela democrática, pluralista e igualitaria, ligada a las realidades y contextos concretos , junto a la renovación pedagógica del profesorado son los axiomas básicos de los MRP, y que repercuten sin duda, en la formación social y política de los ciudadanos del presente y del futuro, aunque sea a la hora de crear dilemas que favorezcan la capacidad crítica desde la escuela a la sociedad a través de agentes conscientes para el cambio social. Diría en mi opinión, que en la sociedad del conocimiento y la globalización, el papel fundamental de la educación, es la concienciación, sin ésta, el papel de la escuela puede devenir, como lo es actualmente, en pura transmisión tecnicista. Lo que los involucionistas llaman adoctrinamiento es la génesis de lo que podría ser una nueva escuela que mire más allá del currículum.

Para el lector ajeno al mundo educativo y también, por que no decirlo, para muchos docentes, los MRP fueron la punta de lanza de la democratización de la escuela pública que se vería reflejada a través de la primera reforma educativa de carácter democrático formal, la LOGSE , sin entrar en consideración sobre los factores de su fracaso y que merecen un análisis más profundo, es preceptivo decir que a partir del reconocimiento del gobierno socialista de Felipe González a los MRP en 1983, empezaron a diluirse en el sistema educativo logsiano, casi fagocitados e institucionalizados a través de los Centros de Profesores y la inconveniencia política de permitir espacios de reflexión alternativa por parte de los gobiernos posteriores; casi acabaron con la utopía, dejando un cuerpo sin alma? Pero gracias a colectivos que seguían creyendo y trabajando por una escuela mejor se pudo recuperar, con ayuda institucional de la consejería de educación, donde se nota el talante profesional que no hubo con el anterior gobierno, y el de los viejos rokeros que nunca mueren, y este entrañable encuentro se pudo realizar. Y ahí, estaban los de siempre más la nueva sabia, los jóvenes e ilusionados maestros y profesores, algunos estudiantes todavía, padres y madres hambrientos de saber, de debatir? de sentirse protagonistas como parte de la escuela que queremos.

Sólo queda mi agradecimiento a la escuela de verano de Canarias por permitirme soñar y hacerme volver a los diecinueve años siendo aún estudiante de la entrañable Universidad Laboral ,ojeaba curioso con toda la permisividad de los maestros; obras de Freinet, Piaget, Makarenko, Montesori, Paulo Freire y su pedagogía de la liberación, y me colaba en los creativos talleres, en las asambleas y en las fiestas donde se respiraba libertad , compromiso, formación y vocación por una profesión rayana al sacerdocio pero sin los votos, gracias a Dios. Gracias por quitarme más de treinta años aunque haya sido por unos días?

Para el curso que viene, más, y no dudo, porque tocará en Gran Canaria, de la colaboración más que activa de la facultad del profesorado de la ULPGC y de los colectivos y personas que han colaborado desinteresadamente en ésta maravillosa experiencia que espero compartir el año que viene con más jóvenes maestros, y por qué no, con más gente con ganas de colarse como aquél joven que quedó abducido en 1979 para ayudar a otros a caminar “haciendo camino al andar”.

Kiko García