Rebajar el IRPF un 20%

En ese marco, desde Nueva Canarias proponemos en nuestro programa abrir un debate para alcanzar en los próximos años un modelo de fiscalidad estable y más justo para nuestras Islas, que acabe con los cambios a los que periódicamente se ve sometido generando incertidumbre e incluso inseguridad jurídica.

Como se sabe, Canarias ha logrado consolidar un diferencial fiscal muy importante, de manera que la sociedad canaria tributa entre 10 y 12 puntos por debajo de la media española, reducción que se va a los 16 si se compara con la media europea.

Se trata de una conquista histórica que debemos afianzar, ya que tiene un adecuado encaje tanto en la legislación española como en el Tratado de Lisboa, y que ha servido como instrumento para que los sectores productivos puedan competir superando los hándicaps de nuestros déficits estructurales, producto de nuestra fragmentación territorial, lejanía y carencia de materias primas; así como para abaratar los consumos, evitando que sean aún más elevados de lo que lo son actualmente.

Este diferencial fiscal de las Islas se traduce en una menor imposición indirecta, con un impuesto propio, el IGIC, a modo de IVA reducido; unos impuestos especiales sensiblemente más bajos para los carburantes, el tabaco y el alcohol, así como ventajas para las actividades empresariales y profesionales, sin duda la más relevante la Reserva de Inversiones para Canarias (RIC).

En nuestra opinión, se trata de conservar esas significativas ventajas y, al mismo tiempo, de proceder a una más justa redistribución de manera que beneficien también a asalariados y pensionistas, grupos que, a diferencia de otros, en las condiciones actuales pagan lo mismo que en el resto del Estado.

DesempleoLos trabajadores y pensionistas pagan en Canarias lo mismo pero se encuentran en condiciones muy distintas y claramente más desfavorables. En primer lugar, porque en las Islas padecemos cifras de desempleo situadas permanentemente por encima de la media estatal y que se ven sensiblemente incrementadas en períodos de desaceleración económica como el que vivimos en estos momentos.

Contamos, además, con salarios privados entre el 15 y el 20 por ciento más bajos que lo que cobran de media los trabajadores de sus mismas categorías en el conjunto del Estado. Tenemos, asimismo, ocho puntos más que la media española en población situada por debajo del umbral de la pobreza. Por otra parte, el nivel de renta media de los hogares de Canarias era de 20.199 euros en 2004, más de 2.200 euros menos que la media estatal. Y la evolución ha sido claramente negativa, pues en 2003 la renta media de los hogares canarios alcanzó los 19.834, un 8% inferior a la media española de aquel año; ahora el diferencial es del 10%.

A esto se suma una cesta de la compra que encabeza las más caras de las comunidades autónomas, unos elevados costos en vivienda, tanto en régimen de compra como de alquiler; así como, según señalan los informes del CES, el porcentaje más alto de hogares que tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes y, con diferencia, somos la comunidad con un menor porcentaje de hogares con posibilidades de ahorro. Todos esos factores unidos plantean un panorama de gran dificultad para un amplio sector de la sociedad canaria, que se va empobreciendo y que precisa de una urgente respuesta de los poderes públicos para tratar de corregir esta injusta situación social.

Rebaja del IRPF

El empobrecimiento de un amplio sector de la sociedad canaria tiene que ser combatido. Y aunque algunas de las causas pueden tener perfiles estructurales (importación de prácticamente todo lo que consumimos o el enorme peso del sector servicios en la estructura productiva), pero en ningún caso podemos persistir en la línea de acentuación de una sociedad dual, injusta y expuesta a futuros conflictos sociales.

En las sociedades modernas, democráticas y desarrolladas, la fiscalidad es un instrumento redistribuidor de la riqueza y de extensión de derechos. En este sentido se inscribe la propuesta de Nueva Canarias de abrir un debate para alcanzar un nuevo modelo de fiscalidad estable y más justo que el actual. En él defendemos que se rebaje el IRPF, al menos un 20% para salariados y pensionistas, lo que contribuiría a mejorar de forma sensible la economía familiar, el consumo y el ahorro, acercando las condiciones de vida de nuestra gente a la media estatal de la que hoy nos encontramos tan alejados.

Asimismo, planteamos redefinir el peso de los otros incentivos fiscales, rebajando de forma generalizada en 10 puntos el impuesto de sociedades, sea cuál sea la actividad que se desarrolle; y manteniendo la máxima bonificación (Reserva de Inversiones) para aquellas actividades económicas que tienen un interés general y estratégico para Canarias: rehabilitación turística, I+D, medio ambiente, energías renovables, etcétera.

Con ese conjunto de propuestas fiscales, que incluimos en nuestro programa electoral, mantendríamos la competitividad y la diversificación de nuestra economía; y a la vez mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población, hoy claramente mermadas y con una tendencia preocupante.

* Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias.

* Román Rodríguez