Respuesta a las últimas propuestas de Salvar Chira Soria (Primera parte)

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En esta primera parte, resaltamos la descontextualización en la que a nuestro juicio, se mueven las últimas propuestas de los que se oponen al proyecto en el momento actual de emergencia climática y nos centramos en responder a la nueva alternativa que se propone, lo que llaman de forma eufemística “Actualización de las Centrales Térmicas”. También transmitimos nuestra opinión de que no es una buena idea, en una situación que nos exige tomar medidas inmediatas, permanecer a la espera que la tecnología del hidrógeno verde esté disponible para ser aplicada a la generación eléctrica. Por último, nos ocupamos de defender, como no podía ser de otra forma, a Gorona del Viento, sobre la que incluso se llega a pedir su desmantelamiento.

En la segunda parte discutimos a nivel más técnico,  los datos y afirmaciones de estas últimas propuestas. Esta parte se la pueden ahorrar los que, como nosotros, confíen, no sin una actitud crítica, en la solvencia técnica de los expertos de las instancias europeas hasta ahora consultadas, del Ministerio para la Transición Ecológica, del Consejo Insular de Aguas y de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, del Instituto Tecnológico de Canarias, de REE que por mandato legal gestiona este proyecto, y de los expertos del Gobierno de Canarias que próximamente emitirán el informe de Impacto Medioambiental del proyecto que nos ocupa.

Pero entremos en materia, las propuestas en cuestión,  olvidan que al problema que se está tratando de dar respuesta desde Gran Canaria con el Salto de Chira es a la Emergencia Climática. Obvian el Plan Nacional de Energía y Clima, la urgencia de la Transición Energética, la Declaración de Emergencia Climática en Canarias. Por ser concisos, ahorramos a los lectores el contenido de estas Normas, pero si pudiéramos resumirlas en una frase, sería ésta:

“Disponemos de muy poco tiempo, hay que tomar medidas a toda prisa para disminuir drásticamente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera”.

La prueba de que se han olvidado de la emergencia climática, como raíz del problema,  es que proponen como alternativa a las centrales de bombeo, la “actualización de las centrales térmicas”. Es decir, que durante las próximas décadas las centrales de Jinámar y Juan Grande sigan funcionando con combustibles fósiles, precisamente, lo que tratamos de evitar. Esto y no otra cosa es la Transición Energética.

 De no llevarse a cabo ninguna instalación de almacenamiento a gran escala, por muchas renovables que se instalen, cuando no sople el viento ni haya sol, por las noches por ejemplo, seguiremos condenados de forma indefinida al uso de los combustibles fósiles y muchas veces al 100%. Estas instalaciones a gran escala son imprescindibles para gestionar las energías renovables.

Bajando a las concreciones, la propuesta de sustituir e instalar 30 motores de 25 MW cada uno, alimentados por derivados del petróleo en la central térmica de Tirajana, nos parece extraída de la Primera Revolución Industrial. Teniendo en cuenta que, tanto en las Central de Jinámar como en Tirajana, algunos de los generadores actualmente instalados han alcanzado su vida útil, los 750 MW de potencia instalada que proponen, corresponde a renovar la totalidad de los equipos existentes en toda la isla,  y soportar que sigan funcionando al menos 25 años más según lo regulado sobre la vida útil de los equipos en el RD 738/2015. Olvidan mencionar que una operación de la envergadura “petrolera” como proponen, debe regirse por lo regulado en la ley 17/2013 según la cual habría que abrir un concurso entre todas las eléctricas interesadas en esta instalación, pues ENDESA con un 84% de la generación eléctrica sobrepasa con creces el 40%, límite que establece esta ley para obligar a este concurso. Asimismo, omiten  que, está establecido un lapso temporal muy corto -2029- por la Comisaría de la Competencia de la UE, para dar por caducado el actual modelo de compensación de sobrecostes de generación eléctrica en las islas. Y frente a la  pretensión de que sea el Cabildo quien financie  está operación, consideramos que las Administraciones no deben seguir  financiando ni directa ni indirectamente  equipos alimentados por combustibles fósiles.

Pero no nos perdamos con datos técnicos y legales, en un escenario en que la Humanidad se prepara para un proceso acelerado de disminución de emisión de gases contaminantes, proponen para Gran Canaria instalar un montón de motores alimentados por derivados del petróleo durante al menos 25 años.

La propuesta de que estos motores pudieran ser alimentados con hidrógeno o amoniaco nos parece a día de hoy aventurado, al carecer la propuesta de datos y fichas técnicas para analizar su viabilidad técnica, ni de precios para analizar su viabilidad económica. En estos momentos, la tecnología no está suficientemente madura para ser aplicada y menos aún en un territorio ultraperiférico como es Canarias.

Admiten necesarias las instalaciones de almacenamiento para las renovables, como no podía ser de otra forma, pero optan por las baterías como alternativa a los saltos hidráulicos de agua. No mencionan que las baterias tienen una vida útil de 10 a 15 años, que en la ecuación eficiencia/vida útil/capacidad de almacenamiento/precio las baterias están  en una situación muy por debajo de las centrales de bombeo, y que tanto la actividad extractiva de las materias primas que se utilizan, como su proceso de fabricación son altamente contaminantes, sobre todo la extracción, y en cuanto a su reciclaje por resumir un dato, el lugar más cercano a Canarias para llevarlo a cabo es... ¡Zaragoza!

Nos escandaliza que se proponga desmantelar Gorona del Viento, buque insignia de la penetración de las renovables, no sólo en Canarias. Resultados espectaculares desde su puesta en funcionamiento en el 2014, alcanzando en el 2018, un 56,8% de penetración de renovables, es decir, un aumento de un 2568% en ese período.  Es cierto que ha sufrido una disminución del 56,8% al 42% en el 2020, que se resalta sin mencionar porqué ese descenso, en Gran Canaria seguimos con un 17% en este aspecto de uso de energías renovables. De cualquier forma, para nosotros esa disminución coyuntural es motivo de preocupación y aprovechamos este artículo para dirigirnos a Administraciones y Regulador  concernidos, para que se abra una investigación sobre las causas y qué se busquen soluciones para volver a la trayectoria exitosa  de Gorona hasta 2018. Es esperanzador el dato mensual de mayo, que eleva la penetración de renovables en el Hierro hasta un 77%. Es inaudito que cuando se plantea desde distintos ámbitos de la sociedad canaria, empezando por el propio Parlamento Canario, el desmantelamiento de las centrales térmicas, lo que se planteen desde sus posiciones, sea el Desmantelamiento de Gorona del Viento, la joya de la corona de las renovables en Canarias, que ha demostrado que el 42% no es ni mucho menos su techo máximo, como demostró en 2018.

En la película Melancholia, dirigida por Lars Von Triers, los protagonistas de la misma se enfrentan a la desaparición de la Humanidad por el choque inminente de un meteorito gigante contra la Tierra. Era una situación inexorable. Nuestra situación es distinta, en nuestro caso, depende de nosotros la magnitud del desastre. Nos sobran muchas cosas, pero no el tiempo para evitar lo peor, por eso defendemos la puesta en funcionamiento de El Salto de Chira, y exigimos el Desmantelamiento de las Centrales alimentadas por combustibles fósiles en Canarias en 2035.

Insistimos en la mano tendida a todos los ecologistas de corazón, que estén en cualquiera de las posiciones, quitémosle  emocionalidad al debate y encontremos espacios comunes  de actuación.

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