Se radicalizan algunas posturas en la polémica de la nueva cárcel de Gran Canaria, que se ubicará en el pago de Juan Grande, municipio de San Bartolomé de Tirajana. Un grupo de vecinos, cada vez menos numeroso, por cierto, mantiene su particular pulso con las administraciones públicas en la creencia de que esa nueva infraestructura pública tiene marcha atrás por ilegal. Muy respetables sus consideraciones, incluso la muy humana pero clasista de no querer ninguna instalación rara (por polémica) cerca de casita. Pero una cosa es discrepar y otra muy distinta rebasar los límites de la legalidad y quebrar la normal convivencia entre las personas. Un grupito de vecinos de Castillo del Romeral-Juan Grande lo hicieron la semana pasada cuando, a bordo de dos coches, siguieron y acosaron a la primera teniente de alcalde de San Bartolomé de Tirajana, la socialista, Conchi Narváez, a la que siguieron hasta su casa.