Lo publicado este domingo a toda plana por El Día, ha frustrado para siempre cualquier posibilidad para el entendimiento entre la empresa editora de ese diario y el presidente del gobierno en funciones, Paulino Rivero. Por si no se han enterado, don Pepito mandó titular a cinco columnas en la portada de su edición dominical de este domingo una exigencia al Parlamento; que investigue al presidente en funciones antes de volverlo a investir. Tan dramático llamamiento y tan audaz pretensión tienen su origen en la perreta que le ha entrado al editorialista independentista a cuenta de las emisoras de radio que no le dieron en el concurso correspondiente. A lo largo de las últimas semanas, don José se ha dedicado a amenazar a Paulino Rivero y a los suyos con la advocación de las siete plagas de Egipto si no se corregía tan tremenda ofensa e iniquidad a Editorial Leoncio Rodríguez. Pero, por el camino, quizás llevado por esa desbordada pasión que le ha convertido en uno de los grandes del periodismo canario, don Pepito ha llegado a acusar a Rivero de prevaricar por el modo que ha tenido de distribuir esas frecuencias de radio. Sin embargo, también fruto de esa incontenible pasión canaria que le supura por todos los poros, acto seguido le ha pedido que prevarique a su favor para que le quite frecuencias a los demás para otorgárselas a él, que como saben es un ungido por la divinidad. Y ni puñetero caso que le estamos haciendo últimamente, con lo malo que es eso para nuestra salvación y la de nuestras almas.