Con un auto del que ha sido ponente el magistrado Fernando de Lorenzo, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias dio este viernes carpetazo al caso salmón, uno de los más escandalosos asuntos de los que ha sido protagonista el vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria. Tras muchas vicisitudes, nueve meses de instrucción, dos comparecencias ante la magistrada instructora del principal imputado, mentiras por doquier, filtraciones que lo son en función del destinatario, adhesiones inquebrantables, recursos de nulidad, recursos de prescripción y, sobre todo, una perpleja ciudadanía, el alto tribunal canario ha insistido en su auto final en su tesis de que no hubo delito. Como dicen los amantes de las solemnidades, la Justicia ha hablado, pero ni siquiera con todo el peso de sus respetuosamente discutibles argumentaciones ha logrado ahogar al salmón.